MIS ARTÍCULOS PUBLICADOS

Todos mis trabajos para las colecciones de Superman (y relacionadas) de Planeta DeAgostini y ECC Ediciones, que cada mes actualizaré con los nuevos artículos que aparezcan publicados. Puedes usar el buscador del blog para localizar las entradas por el título del cómic en el que se publicó.También encontrarás aquí mis artículos realizados para otras publicaciones impresas como Dolmen, Cinemacomics, Bats... Y, por supuesto, para estar al día de todo sobre Superman, no te olvides de visitar mi página principal: www.supermanjaviolivares.net.

30 de agosto de 2008

SUPERMAN: EL TERCER KRYPTONIANO

Artículos publicados en el tomo Superman: el tercer kryptoniano (Agosto 2008). Uno introductorio a la aventura central, y uno centrado en el número 666 de Superman.

LA PROLÍFICA FAMILIA DE SUPERMAN

Todos sabemos que Superman sobreviviría a la destrucción de su planeta natal, Krypton, cuando sus padres lo enviaron a la Tierra en una nave espacial. Este aspecto de su mitología ha permanecido casi inmutable durante toda su historia. Pero ¿quién más sobrevivió al planeta? ¿Es realmente Superman el último hijo de Krypton?
En la época clásica, antes de enviar a la Tierra a su único hijo, el precavido Jor-El realizaría pruebas de la nave experimental con animales como tripulantes, los cuales adquirían también poderes en nuestro mundo. Así llegaría a la Tierra el chimpancé Beppo, que fue posteriormente encontrado por Superman durante su infancia (Superboy 76, octubre de 1959). Más famoso todavía es otro animal kryptoniano cuya primera aparición en los comics se dio en Adventure Comics 210 (julio 1955): Krypto, el perro que tenía Kal-El en Krypton y que también fue usado por Jor-El como sujeto de pruebas. Krypto quedaría atrapado en el espacio y llegaría a la Tierra años más tarde para reunirse con su amo cuando éste ya era un adolescente y actuaba como Superboy. Otro animal superpoderoso fue el gato de Supergirl, Streaky, que pese a no proceder de Krypton adquirió poderes tras exponerse por accidente a una kryptonita experimental (Action Comics 261, febrero 1960). Y completando el elenco estaba Comet el supercaballo, con un origen mucho más místico: fue un centauro de la antigua Grecia que trató de convertirse en humano con una poción mágica, que tuvo el efecto contrario de convertirlo en un caballo por completo. Este personaje aportaría a las historias incluso tintes románticos, ya que ocasionalmente se podía transformar en un apuesto joven que conquistaría en sus comics a Supergirl y a Lois Lane. Juntos, todos estos animales formaron incluso un grupo: la Legión de Supermascotas.
Tampoco hay que olvidar a la Zona Fantasma. A esta prisión interdimensional descubierta por Jor-El, es adonde se enviaba a los criminales kryptonianos para cumplir sus condenas, y donde éstos “viven” en un plano de existencia diferente al que conocemos. Por lo tanto todos sus habitantes (entre los que se encuentra el General Zod) sobrevivieron al armagedón del planeta.
Y por si fuera poco toda una ciudad kryptoniana quedaría a salvo por un azar del destino. El villano Brainiac le haría un favor a la ciudad de Kandor cuando la miniaturizó para su colección, evitando que posteriormente desapareciera junto al resto del planeta. Superman siempre ha continuado con sus esfuerzos por devolver la ciudad embotellada y a sus habitantes a su tamaño normal.
Pero la primera visita que recibiría Superman de otro superviviente de su planeta, llegaría en el número 252 de Action Comics (mayo 1959). Y fue su propia prima, Kara Zor-El, Supergirl, que venía de Argo City, una ciudad kryptoniana que fue proyectada al espacio cuando el planeta explotó, y logró sobrevivir durante años, como si de un pequeño planeta independiente se tratase, gracias a los ingenios científicos de Zor-El. Cuando la kryptonita del suelo de Argo fue expuesta tras una lluvia de meteoritos, condenando a sus habitantes, Zor-El y Allura enviaron a su joven hija Kara a la Tierra para que su primo cuidara de ella.
Muchos de estos conceptos fueron eliminados tras la revisión post Crisis en las tierras infinitas, aunque paulatinamente han ido siendo reintroducidos en la mitología del hombre de acero. Actualmente, además de Kandor, que está a buen recaudo en la Fortaleza de la Soledad, tenemos de vuelta al superperro Krypto, aunque con un origen distinto, ya que procede de un falso Krypton creado por Brainiac 13. Todos sabemos también del regreso de Supergirl a la continuidad del universo DC, ocurrida en las páginas de Superman/Batman Volumen 1, también con su origen renovado. Power Girl es también una superviviente de Krypton, aunque su propia existencia es una de las paradojas de la Crisis Infinita, ya que “su” Krypton supuestamente jamás ha existido, con lo que no se la puede considerar kryptoniana en el contexto actual. Y no nos olvidemos de Christopher Kent, el hijo del General Zod y Ursa, nacido en la Zona Fantasma y ahora adoptado por Lois y Clark. Todo un kryptoniano cuya existencia dará mucho juego en las páginas de Superman.
Y ahora, en este volumen, estás a punto de conocer al último superviviente conocido del planeta Krypton. El misterio de su origen e identidad, está a la vuelta de la página.

Javier Olivares Tolosa
SUPERMAN Y EL DEMONIO

Tradicionalmente y según la creencia cristiana, la cifra 666 se atribuye al demonio. Dentro de este tomo se recoge el número 666 de la colección Superman, y aprovechando el número de la bestia, el cómic presenta una historia que se desarrolla en el infierno y con demonios como enemigos. Nada más apropiado.
Pero esta no es la primera vez que Superman se enfrenta a criaturas demoníacas. De hecho, y dada la vulnerabilidad a la magia que posee el personaje, los diablos y criaturas de la oscuridad son difíciles (y frecuentes) enemigos a los que el hombre de acero debe enfrentarse. Ya a finales de los años 80 y principios de los 90, tras la revisión del personaje que realizó John Byrne y que se pudo ver recopilada en el Coleccionable Las Aventuras de Superman, Superman y Batman se enfrentarían juntos a un pueblo asediado por una colonia de vampiros, y el hombre de acero mostraba su clara vulnerabilidad a estos seres, hasta el punto que es el caballero oscuro quien lo tiene que salvar de garras de uno, para evitar que “un súper-vampiro vaya volando por ahí”.
Un poco más tarde se introducirían dos personajes destinados a formar parte de la continuidad de la editorial: los demonios hermanos Blaze y Lord Satanus. Blaze (que es la creadora de otro conocido villano diabólico de Superman, Silver Banshee) se camuflaba bajo la identidad de Angelica Blaze, la propietaria de un club de moda en Metropolis, en una historia que involucró a Jimmy Olsen y Jerry White poniendo en peligro sus vidas... y sus almas. Superman derrotó a la criatura, pero no para siempre. Por su parte, Lord Satanus se escondía tras la apariencia del empresario Collin Thornton, propietario de la revista Newstime, en la que Clark Kent trabajaría como editor durante un tiempo. No hay que olvidar la aparición que realizó Blaze en la saga La muerte de Superman, intentando apoderarse del alma del hombre de acero cuando se encontraba confundida en el más allá.
Y en esta ocasión, como habréis visto, el enemigo es un demonio superviviente del mismísimo infierno de Krypton. Porque todos tenemos nuestros propios demonios… Incluso Superman.

Javier Olivares Tolosa

29 de agosto de 2008

BATS #5

Publicado en el fanzine Bats #5 (Noviembre 2008), del Club Batman, para conmemorar el 70 aniversario de Superman.

SUPERMAN: DE SU ORIGEN A LA EDAD DE PLATA

Cuando un personaje tan mítico como el de Superman logra mantenerse arriba, arriba, en el cielo durante 70 años, es evidente que no puede ser idéntico a cuando comenzó. Desde finales de los años 30 hasta hoy, decir que el mundo ha cambiado considerablemente sería un mero eufemismo. El noveno arte se ha convertido en una industria poderosísima, y actualmente incluso en la principal fuente de inspiración de otras dos industrias que se retroalimentan: la cinematográfica y la del videojuego. Quién les iba a decir a Siegel y Shuster en 1938 que lo que estaban creando era el padre de todo un género al que ellos enseñaron a andar… y a volar: el cómic de superhéroes.
A grandes rasgos, los primeros 15 años de historia de Superman, entre 1938 y principios de los 50, sirvieron para que el personaje adquiriera el estatus de icono que aún ostenta hoy en día. Su popularidad creció hasta el punto de saltar de las páginas de Action Comics, la colección que lo vio nacer, a otra colección propia, Superman, y otra más, World’s Finest, en la que sus aventuras se desarrollaban junto a las del otro gran icono del género: Batman (y su inseparable Robin, por supuesto). No contento con eso, el hombre de acero también se adueñó de los otros medios de comunicación, como los periódicos, en los que sus aventuras protagonizaron tiras diarias y dominicales durante nada menos que 27 años, entre 1939 y 1966; la radio, con el serial Las Aventuras de Superman, que se emitió desde 1942 a 1951; el cine, con los 17 cortometrajes animados de los hermanos Fleischer, entre 1941 y 1943 y los seriales matinales Superman (1948) y Atom Man VS. Superman (1950), que presentaron al primer Superman cinematográfico de carne y hueso, Kirk Alyn; e incluso la literatura “seria”, con la publicación de la primera y más mítica novela del personaje, que influyó decisivamente en su historia: Las Aventuras de Superman, de George F. Lowther, en 1942. Un palmarés impresionante para un personaje que prácticamente acababa de despegar. Y literalmente, porque aunque hoy en día pueda resultar curioso, Superman tardó años en ser representado en vuelo, ya que solo se decía que podía “saltar por encima de los más altos edificios”.
Era indiscutible que la DC Comics, por aquel entonces llamada National Periodical Publications, encontró a su rey Midas en aquel pintoresco personaje vestido con colores primarios. El éxito de Superman propició una explosión de personajes que, en mayor o menor medida, se inspiraban en su fórmula: las dobles identidades, los coloridos uniformes ajustados, las capas y los poderes más allá de lo imaginable, fueron la tónica general de los años 40. Fue la Edad de Oro del cómic.
Pero de entre los cientos de superhéroes que eclosionarían en la Edad de Oro, pocos serían los que iban a sobrevivir. El género estaba sobresaturado, y la mayoría de personajes eran muy similares, todos cortados por el mismo patrón que había establecido Superman. Él, en cambio, logró soportar la decadencia de los años 40 y 50 y continuó protagonizando historias, bajo la supervisión, eso sí, de la Comics Code Authority, el organismo de censura oficial de los comics norteamericanos. Y es que en 1954, el eminente psiquiatra Frederic Wertham publicaba su libro Seduction of the Innocent, en el que describía al cómic como una lectura perniciosa, violenta y propagadora de violencia y en ningún caso recomendable a niños y jóvenes. Incluso catalogaba a Batman y Robin y a Wonder Woman como homosexuales, a los primeros por su convivencia en pareja y a la segunda por su extremada fuerza, independencia y carácter. Aterrado por aquellas palabras, en las que a los cómics se los consideraba poco menos que manuales de delincuencia juvenil, el Senado de los Estados Unidos decidió tomar cartas en el asunto y “suavizar” los guiones, lo cual tuvo un impacto terrible en la calidad de las historias, que se volvieron más infantiles, más ridículas, y perdieron mucho interés en un momento en el que, tras la Segunda Guerra Mundial, el interés por el cómic de superhéroes ya había decaído en beneficio del género en alza: el cómic de terror.
Pero tras esa época difícil, volvería un renacer. A finales de los años 50, y normalmente asociada con la publicación de Showcase #4 (octubre de 1956), en el que aparecía el Flash Barry Allen por primera vez, comenzaba una nueva época de esplendor que duraría hasta principios de los 70. Sería la llamada Edad de Plata del cómic. En este período se darían las primeras apariciones de la Liga de la Justicia (The Brave and the Bold #28 (febrero/marzo de 1960) y la Legión de Superhéroes (en un inolvidable encuentro con Superboy en el número #247 de su colección). También comenzaría a desarrollarse el concepto de la “saga”, puesto que hasta el momento las historias eran, por lo general, autoconclusivas, pero en esta etapa comenzaron a desarrollarse historias que continuaban varios números. Y pudieron verse los primeros esbozos de lo que sería el multiverso DC, con sus tierras paralelas en las cuales había sitio para infinidad de versiones de los mismos héroes, incluyendo sus versiones originales, las de la Edad de Oro, que vivían en el mundo conocido como Tierra-2. En esta Tierra-2, Superman no era exactamente como lo conocemos; nos encontramos con un Superman más mayor, canoso y con su traje más clásico (que podemos distinguir por el escudo y la capa más corta). Además, en Tierra-2 Superman está felizmente casado con Lois Lane, y es también el redactor jefe del diario en el que trabajan ambos, que se llama Daily Star en recuerdo del primer nombre que se le dio en el cómic, y que sería cambiado a Daily Planet en el Action Comics #23 sin ninguna razón. En este mundo idílico, Supergirl también es distinta, llega a la Tierra años después que su primo ya como una mujer, y se hará llamar Power Girl. Posteriormente formaría parte de la Sociedad de la Justicia de América, el primer grupo de superhéroes de la historia y predecesores directos de la JLA. A quienes estéis familiarizados con la actual marcha del Universo DC, estos personajes os sonarán e incluso reconoceréis a este Superman de Tierra-2 como uno de los responsables de la llamada Crisis Infinita. Pero eso sería otra historia…
En lo que atañe a nuestro querido hombre de acero, este período le trajo importantes cambios. Por supuesto, no podemos hablar de la Edad de Plata sin destacar al artista que definiría el aspecto del Superman de toda aquella época: Curt Swan, el dibujante que más años ha dado forma al personaje, desde su entrada en 1953 hasta su última aparición regular en 1985. A la Edad de Plata, y a los lápices de Swan (amén de guionistas como Otto Binder, Jim Shooter, Edmond Hamilton, Robert Bernstein o el propio Jerry Siegel), le debemos también el inicio de colecciones como Superman’s Pal Jimmy Olsen (septiembre/octubre de 1954), o del mismo período también es Superman’s Girlfriend Lois Lane (marzo de 1958), siendo responsable de esta última Kurt Schaffenberger. Recordemos también que esta época es cuando se escribieron más cantidad de historias con situaciones disparatadas y rocambolescas, bien fuera por asuntos mágicos, o las más de las veces motivadas por la exposición a las diversas kryptonitas de la época. La hubo verde, roja, dorada, azul y blanca, e incluso se inventó la plateada para una historia en la que se hacía creer a Superman que había aparecido un nuevo tipo de kryptonita que, finalmente, resultaba ser una estatua de plata que le regalaban sus amigos (Superman’s Pal Jimmy Olsen #70, de 1963).
Este nuevo período también exigió una primera remodelación del hombre de acero. Paulatinamente se le había ido otorgando tantos superpoderes que ya nada representaba para él un desafío, y parecía más un dios que un héroe (otra de las razones de que su publicación fuera prohibida en la España franquista). En enero de 1971 se publicaba el número 233 de Superman, con el que el guionista Denny O’Neil comenzaba una historia en 9 entregas en la que al personaje se le restarían muchos de sus poderes más pintorescos, a fin de humanizarlo y hacerlo más accesible. Desapareció la kryptonita, Clark Kent cambió de medio de comunicación, pasando de reportero del Daily Planet a presentador de noticias de la WGBS, y en definitiva, Superman quedó con sus poderes más clásicos y algo más vulnerable sin dejar, por supuesto, de ser súper. De todas maneras los 70 no serían la mejor de las épocas para Superman. La Edad de Plata llegó a su fin, y volvimos a encontrarnos con unos años en los que las historias fueron bastante planas, hasta que llegó 1985 y todo cambió.
Pero eso sería otra historia.

Javier Olivares Tolosa

5 de agosto de 2008

SUPERMAN/BATMAN VOL. 2 NÚM. 12

Publicado en Superman/Batman Vol. 2 núm. 12 (Agosto 2008)

EL LADO OSCURO

Darkseid aparece por primera vez en Superman's Pal Jimmy Olsen #134 (1970), salido de la imaginación de Jack Kirby como el tirano gobernante del planeta Apokolips. Cuando los viejos dioses murieron, surgió Nueva Génesis, el hogar de los Nuevos Dioses, nacidos de las cenizas de sus predecesores y gobernados por el Alto Padre. Su contrapartida es el planeta Apokolips, un mundo de caos y horror eternos. Pero mucho antes de ser como lo conocemos ahora, el nombre de Darkseid era Uxas, el segundo sucesor del trono de Apokolips, detrás de su hermano Drax. Uxas, sediento de poder, asesinó a su propio hermano, obtuvo los rayos Omega (capaces de destruir a cualquier enemigo, transportarlo en el espacio y en el tiempo, e incluso con el poder de resucitar a los muertos) y adoptó el nombre de Darkseid, alzándose soberano de su mundo por encima de su propia madre, la reina Heggra. En guerra constante con Nueva Génesis, su principal objetivo es la consecución de la Ecuación Anti-Vida, el método que le permitirá dominar toda existencia. Y aunque parezca mentira, Darkseid es padre de tres hijos, pero su particular descendencia será el tema del próximo artículo.
En Superman/Batman Volumen 1, vimos a Darkseid tratar de aprovechar a la recién llegada Supergirl para sus propios fines. En la lucha contra Superman, el Hombre de Acero, lleno de furia, dejó a Darkseid atrapado en el Muro de la Fuente, de donde lo liberaría tras la saga de los Máximos. El tiempo que pasó Darkseid atrapado en el Muro ha mermado su poder hasta el punto de hacerlo vulnerable, como veremos.
Y ahí es donde entra Deesad, el obediente esclavo de Darkseid, también creado por Jack Kirby en Forever People #2, de mayo de 1971. Su mismo nombre define su crueldad, ya que está tomado del Marqués de Sade, con quien comparte ser un experto en torturas. Deesad es inmortal, y sirve a Darkseid más por cobardía que por lealtad. Hasta ahora, Deesad nunca había podido ver a su amo como un igual. Pero los acontecimientos de esta saga nos presentarán a este sirviente como el auténtico artífice del plan que está poniendo en jaque a Superman y Batman.

Javier Olivares Tolosa