Publicado en Superman Vol. 2 núm. 23 (Abril 2009)
NACIDO UN LUNES...
En una de las dos aventuras incluidas en este ejemplar, Superman hace equipo con el Green Lantern Alan Scott para enfrentarse a uno de los seres más indestructibles que se pasean por las páginas de DC Comics: Solomon Grundy.
La revista All American Comics publicaba en su número 61, en octubre de 1944, el origen de este zombi pasado de esteroides. En aquella historia, un comerciante del siglo XIX llamado Cyrus Gold era asesinado y arrojado a una ciénaga en las afueras de Gotham. Cincuenta años después, resurgía de ella transformado en una gigantesca mole gris, de fuerza descomunal y sin más recuerdos que el haber nacido un lunes. Desde entonces, Grundy se convirtió en un poderoso adversario del Green Lantern clásico, a quien dio no pocos problemas no solo por su brutalidad y capacidad para volver de la muerte una y otra vez, sino también porque el medio siglo que pasó en las profundidades del pantano parecía haber otorgado a su cuerpo las propiedades de la madera, material contra el que el anillo de Alan Scott resulta inútil.
Otro detalle curioso del personaje residía en que, tras cada resurrección, regresaba con una personalidad diferente y – habitualmente – sin recuerdos de su existencia pasada. No obstante, en la mayoría de sus encarnaciones se ha manifestado como un ente malvado y de pocas luces, características que le han llevado a pertenecer a equipos como la Sociedad de la Injusticia y a enfrentarse a superhéroes tan conocidos como Green Arrow, Batman o Superman. De hecho, los aficionados a Superman guardaremos siempre en la retina una impactante escena de la colección Justicia, de Alex Ross: un equipo de villanos, entre los que se encontraba Grundy, acorralaba al Hombre de Acero y le daba una tremenda paliza, haciendo que el kryptoniano suplicase ayuda con lágrimas en los ojos.
Excepcionalmente, hace poco nos fue presentada una versión de Grundy con abundante materia gris, tanto en su dermis como en su cerebro. Debemos retroceder hasta el último número de Crisis Infinita para descubrir cómo sucedía todo. En la batalla de Metropolis, Superboy Prime descargaba a plena potencia su visión calorífica sobre el Grupo Sangriento, justo cuando Solomon Grundy luchaba también contra estos héroes. Como resultado de esto todos ellos, incluido nuestro muerto viviente, quedaban reducidos a cenizas. Ya no volvería a saberse nada del monstruo de la ciénaga hasta que en la saga La senda del Tornado, dentro de la colección JLA, se revelaba que un nuevo Grundy - ahora inteligente - era la mente responsable del secuestro de Tornado Rojo. En esa última encarnación, las intenciones de Grundy eran las de terminar con su maldición de resucitar cada vez, azarosamente, con una personalidad nueva. Para ello, pretendía transferir su consciencia a un cuerpo robótico en el que vivir para siempre con sus aptitudes actuales. Por fortuna los héroes se lo impidieron, así que habrá que esperar a ver qué depara la próxima “vida” de este desdichado.
NACIDO UN LUNES...
En una de las dos aventuras incluidas en este ejemplar, Superman hace equipo con el Green Lantern Alan Scott para enfrentarse a uno de los seres más indestructibles que se pasean por las páginas de DC Comics: Solomon Grundy.
La revista All American Comics publicaba en su número 61, en octubre de 1944, el origen de este zombi pasado de esteroides. En aquella historia, un comerciante del siglo XIX llamado Cyrus Gold era asesinado y arrojado a una ciénaga en las afueras de Gotham. Cincuenta años después, resurgía de ella transformado en una gigantesca mole gris, de fuerza descomunal y sin más recuerdos que el haber nacido un lunes. Desde entonces, Grundy se convirtió en un poderoso adversario del Green Lantern clásico, a quien dio no pocos problemas no solo por su brutalidad y capacidad para volver de la muerte una y otra vez, sino también porque el medio siglo que pasó en las profundidades del pantano parecía haber otorgado a su cuerpo las propiedades de la madera, material contra el que el anillo de Alan Scott resulta inútil.
Otro detalle curioso del personaje residía en que, tras cada resurrección, regresaba con una personalidad diferente y – habitualmente – sin recuerdos de su existencia pasada. No obstante, en la mayoría de sus encarnaciones se ha manifestado como un ente malvado y de pocas luces, características que le han llevado a pertenecer a equipos como la Sociedad de la Injusticia y a enfrentarse a superhéroes tan conocidos como Green Arrow, Batman o Superman. De hecho, los aficionados a Superman guardaremos siempre en la retina una impactante escena de la colección Justicia, de Alex Ross: un equipo de villanos, entre los que se encontraba Grundy, acorralaba al Hombre de Acero y le daba una tremenda paliza, haciendo que el kryptoniano suplicase ayuda con lágrimas en los ojos.
Excepcionalmente, hace poco nos fue presentada una versión de Grundy con abundante materia gris, tanto en su dermis como en su cerebro. Debemos retroceder hasta el último número de Crisis Infinita para descubrir cómo sucedía todo. En la batalla de Metropolis, Superboy Prime descargaba a plena potencia su visión calorífica sobre el Grupo Sangriento, justo cuando Solomon Grundy luchaba también contra estos héroes. Como resultado de esto todos ellos, incluido nuestro muerto viviente, quedaban reducidos a cenizas. Ya no volvería a saberse nada del monstruo de la ciénaga hasta que en la saga La senda del Tornado, dentro de la colección JLA, se revelaba que un nuevo Grundy - ahora inteligente - era la mente responsable del secuestro de Tornado Rojo. En esa última encarnación, las intenciones de Grundy eran las de terminar con su maldición de resucitar cada vez, azarosamente, con una personalidad nueva. Para ello, pretendía transferir su consciencia a un cuerpo robótico en el que vivir para siempre con sus aptitudes actuales. Por fortuna los héroes se lo impidieron, así que habrá que esperar a ver qué depara la próxima “vida” de este desdichado.
Javier Olivares Tolosa