MIS ARTÍCULOS PUBLICADOS

Todos mis trabajos para las colecciones de Superman (y relacionadas) de Planeta DeAgostini y ECC Ediciones, que cada mes actualizaré con los nuevos artículos que aparezcan publicados. Puedes usar el buscador del blog para localizar las entradas por el título del cómic en el que se publicó.También encontrarás aquí mis artículos realizados para otras publicaciones impresas como Dolmen, Cinemacomics, Bats... Y, por supuesto, para estar al día de todo sobre Superman, no te olvides de visitar mi página principal: www.supermanjaviolivares.net.

15 de diciembre de 2010

SUPERMAN VOL. 2 NÚM. 44

Textos publicados en Superman Vol. 2 núm. 44 (Diciembre 2010).

ANTERIORMENTE

Con la llegada de Brainiac, ha comenzado la última batalla de Nuevo Krypton por su supervivencia. Una batalla en la que incluso algunos miembros de la Legión de Superhéroes han tomado parte activa para impedir que se destruya el futuro si Superman muere en combate. Por su parte, Kal-El ha “desertado” del ejército kryptoniano para volver a lucir su traje, enfrentándose a Zod por lanzar ataques contra la nave de Brainiac incluso aunque costaran vidas kryptonianas. Así, el Hombre del Mañana ha logrado penetrar por su cuenta en la infranqueable nave-calavera. Zod, sin Superman alrededor, ha mandado detener a Mon-El y a la Legión, mientras que el Hombre de Acero descubre con estupor que Brainiac se ha traído un amigo a la fiesta: ¡Lex Luthor!

ARTÍCULO

Y TODO POR UNA MALDITA MARIPOSA

El efecto mariposa, conocido exponente de la teoría matemática del caos, se resume en que “una mariposa batiendo sus alas en una parte del mundo puede provocar una tormenta en la otra parte”. Este aparentemente sencillo enunciado viene a tratar de explicar la imposibilidad de predecir todas las variables que pueden alterar el resultado de un hecho, incluso aunque conozcamos perfectamente sus condiciones iniciales. Así, por ejemplo, podríamos dejar rodar una esfera sobre una pendiente y predecir cómo caería, pero minúsculas imperfecciones en su superficie o en la del suelo podrían dar como resultado una trayectoria completamente diferente en cada experimento. En lenguaje para legos: resulta poco menos que imposible afirmar con exactitud cómo va a comportarse un sistema complejo formado por diferentes variables. La más mínima acción puede tener consecuencias totalmente inesperadas y caóticas, desatando esa proverbial tormenta al otro lado del mundo en el que la mariposa aleteó.
Hace alrededor de dos años, concretamente en el número 26 de Superman de Planeta DeAgostini, una mariposa batió sus alas de forma despreocupada. Comenzaba la saga de Brainiac y, aunque en aquel momento aún no lo sabíamos, aquella historia -en la que el enemigo clásico de Superman era reinventado y reintroducido en la continuidad actual por Geoff Johns y Gary Frank- ya había sido concebida como la simiente de una auténtica cadena de eventos que irían in crescendo hasta germinar en una de las tramas de Superman más complejas y ramificadas que se recuerdan. El regreso del coluano en aquel número 26 trajo de vuelta terrores olvidados y abrió viejas heridas. Ahora, 18 números después durante los cuales la historia ha adquirido proporciones épicas y un ritmo apasionante -y de nuevo con el retorno de Brainiac en una suerte de apocalíptica segunda venida-, el argumento se aproxima a un final que será largamente recordado. Suenan apropiadas para la ocasión las palabras del general Máximo (Russell Crowe en Gladiator, de Ridley Scott): “lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”… y el eco de esta etapa en la que llevamos tantos meses inmersos resonará como un trueno en el universo DC.
En los próximos meses, terminará la epopeya que vienen protagonizando Superman, Zod, Mon-El, Nightwing y Flamebird, el General Lane y su oscuro Proyecto 7734, Supergirl, Alura y, en definitiva, todos los habitantes de la Tierra y Nuevo Krypton. Quedan por resolver muchas cuestiones que se irán descifrando en estas páginas, mientras que los héroes lucharán no solo por sus vidas y por la supervivencia de sus mundos, sino que en la batalla –no perdáis detalle sobre esto– estará en juego la existencia del futuro tal y como lo conocemos, en un claro ejemplo de lo que es un imparable efecto mariposa. ¿Lo sientes? El aire ya huele a tormenta…

Javier Olivares Tolosa

5 de diciembre de 2010

SUPERGIRL TPB VOL. 3: UNA MUERTE EN LA FAMILIA

Textos publicados en el volumen recopilatorio Supergirl: una muerte en la familia (Diciembre 2010).

ANTERIORMENTE

Supergirl, Nightwing y Thara se unieron para capturar a Reactrón y llevarlo ante la justicia de Nuevo Krypton por el asesinato de Zor-El. Para ello, vivieron una verdadera odisea huyendo del Escuadrón-K y luchando contra el Proyecto 7734, siendo acusados falsamente de destruir el suministro de agua de la ciudad. Al final, cuando Reactrón estaba a punto de acabar con ellos, Thara se transformó en la criatura mística Flamebird y lo derrotó. Fue entonces cuando Kara se reconcilió con Thara (a quien aún culpaba por haber dejado morir a Zor-El mientras era jefa de seguridad) y llevó a Reactrón a Nuevo Krypton, donde Alura simuló la muerte del criminal para mantenerlo encerrado y que fuera torturado en secreto por el comandante Gor.

ARTÍCULO PÁGS. 90-91

UNA INVITADA REALMENTE "SÚPER"

La próxima historia quizá os sorprenda. Primeramente, por su cortísima extensión: apenas seis páginas. También por el estilo limpio y desenfadado del dibujo de Cliff Chiang, rematado a la perfección por el coloreado de Dave McCaig. Pero tal vez también os coja desprevenidos por su tono emocional. Se trata de un relato muy breve, como el epílogo a un final que no es sino un punto y seguido. En él, aprovechando el contexto de un programa televisivo, dos conocidos periodistas del universo de Superman debatirán sobre la joven Supergirl. Defendiéndola, Ron Troupe. Criticándola, cómo no, Cat Grant. Y prestando su opinión experta, un profesor de Antropología que explicará lo que se conoce como el “viaje del héroe”. Tan solo seis páginas en las que habrá muy poca acción y muchos sentimientos, para plantearnos si Supergirl, realmente, tiene cabida en el mundo que ahora es su hogar. Cuánto y cómo influyen sus aciertos y errores de adolescente, para bien o para mal, en las personas que la tienen como un ejemplo a seguir. Sin duda un interesante paréntesis entre aventura y aventura.
Pero esta historia tiene un valor añadido. Está coescrita por Helen Slater, la actriz que, en los ochenta, protagonizó la única película realizada hasta la fecha sobre el personaje de Supergirl. Con motivo del número 50 de la colección Supergirl, DC Comics le pidió a Helen que escribiera una historia para incluirla en tan histórico número, que coincide también prácticamente con el 50 aniversario de la aparición del personaje (que data de Mayo de 1959, con guión de Otto Binder, dibujo de Al Plastino y legendaria portada de Curt Swan). La actriz solicitó la colaboración de su amigo y escritor Jake Black, y juntos dieron a luz a la criatura que estás a punto de leer. “Creo que solo había leído un cómic antes de rodar Supergirl –comenta Helen sobre su participación en el guión de este relato–, pero con los años la gente me ha ido regalando algunos y me he familiarizado más con la historia. Me gusta esta idea de que ella continúe cometiendo errores como una adolescente y que siga metiéndose en líos.” Todo un lujo para los fans de la Chica de Acero el poder contar como guionista invitada con la única actriz que la ha representado en carne y hueso en la gran pantalla.
A decir verdad, la historia de cómo Helen Slater llegó a ser Supergirl y su posterior vinculación al mundo de Superman está llena de curiosidades. Helen se presentó a la audición para el papel a los 18 años, mientras que se tomaba un período sabático después de graduarse en el instituto. Fue la primera de la larga cola de aspirantes en realizar las pruebas, ataviada con una capa y una falda rojas que le habían hecho en casa. Helen todavía sonríe al recordar aquel momento: “No creo que nadie más se hiciera un traje artesanal, así que puede que les impresionara…”
Y vaya si les impresionó. Desde el principio, no hubo otra opción que no fuera ella. Una vez conseguido el papel, Helen comenzó a prepararse físicamente para desempeñarlo: “Entrené durante unos tres meses, con una dieta alta en proteínas, levantando pesas, corriendo, nadando y aprendiendo a moverme en los cables que me sujetaban al volar.” Queda en el recuerdo de todos los aficionados la bellísima escena en la que Supergirl, recién llegada a la Tierra, descubre maravillada sus nuevos poderes y realiza una preciosa danza aérea. Con asombrosa gracilidad y soltura de movimientos, y con la adecuadísima partitura de Jerry Goldsmith como acompañamiento, la secuencia del etéreo ballet de Supergirl es lo mejor de la película. Una película que, pese al buen hacer de su joven protagonista, adoleció de un guión infantil, de un diseño de producción bastante cuestionable -incluso para la época- y de unos secundarios poco acertados. Sin olvidarnos de algunos absurdos errores de continuidad con respecto a las anteriores películas de Superman (por ejemplo, la compañera de habitación de Supergirl en la residencia estudiantil es Lucy Lane, hermana de Lois, aunque en Superman: The Movie, Lois aseguraba que su hermana tenía “tres niños, dos gatos y una hipoteca”). Así pues, Supergirl no fue un éxito arrollador como hubiera debido ser y la joven Helen vivió una época de cierto rechazo hacia su papel, aunque quedó para la posteridad como la primera incursión –y hasta el momento única– de Kara Zor-El en el celuloide.
Con el paso de los años, la actriz ha ido superando la desazón de su agridulce protagonismo en aquel fallido film. Pero como decíamos antes, Helen ha continuado indirectamente en contacto con el universo de Superman. Entre sus muchos papeles cinematográficos y televisivos, en 1992 participó en un episodio de la telecomedia americana Seinfeld, protagonizada por el cómico Jerry Seinfeld, quien es un reconocido fan de Superman. Y hace apenas un par de años, demostrando que ya no reniega de su pasado como superheroína de ficción, interpretó en Smallville nada menos que el papel de Lara, la madre biológica de Kal-El, en dos de los mejores episodios de la séptima temporada. Ahí tuvo oportunidad de compartir escenas con Laura Vandervoort, la nueva Chica de Acero presentada en la serie con un origen muy similar al que reintrodujeron en el cómic Jeph Loeb y el fallecido Michael Turner, a quien en este número 50 de Supergirl, DC Comics ha querido también rendir un sentido homenaje incluyendo uno de sus dibujos como portada.
En definitiva, a sus estupendos 46 años, Helen Slater cuenta con un vasto currículum cinematográfico y televisivo, e incluso tiene una faceta musical bastante desconocida, siendo una talentosa pianista con dos discos editados. Ahora vamos a ver qué tal se le da esto de escribir cómics. Aunque, hagas lo que hagas, Helen… para nosotros siempre serás la dulce prima de Superman que nos enamoró en 1984.

Javier Olivares Tolosa

ARTÍCULO PÁGS. 112-113

CUANDO LO PEOR ESTÁ POR LLEGAR

Los efectivos del Proyecto 7734 que comanda el General Lane se están reforzando. El regreso de la mayor Lucy Lane –Superwoman–, ahora con plenitud de poderes kryptonianos tras su resurrección, supone la recolocación sobre el tablero de una de las piezas más potencialmente decisivas con las que cuenta el general Lane en su guerra contra los alienígenas a los que tanto odia. Pero aunque resulte difícil de creer, ni Superwoman ni todos los soldados de Lane serán la mayor preocupación inmediata de Supergirl. Este mes, Brainiac, el monstruo que ha vivido en las pesadillas de los sobrevivientes de Krypton durante años, va a regresar. Y no precisamente para saludar a sus viejos amigos.
En el número 42 de la serie mensual Superman, con la conclusión del arco Mundo de Nuevo Krypton, asistíamos al momento en el que Kal-El y Zod contemplaban cómo la siniestra nave calavera de Brainiac irrumpía en el cielo del nuevo hogar de los kryptonianos. El impacto de este inesperado regreso tendrá consecuencias que todavía no vamos a desvelar, pero es evidente que el coluano vuelve para recuperar la ciudad que Superman le arrancó de las manos hace ya dos años, durante la saga Brainiac (números 26 a 28 de Superman, de Planeta DeAgostini). Aquello no fue sino el principio del gran conflicto entre kryptonianos y humanos que lleva desarrollándose ininterrumpidamente en la serie mensual del Hombre de Acero y complementándose en los tomos de Supergirl y los especiales recopilatorios Mundo sin Superman y Mundo Contra Superman. Todas las colecciones llevan involucradas en esta historia desde que Geoff Johns y Gary Frank dieron el pistoletazo de salida, y hemos visto cómo la trama se ramificaba, propiciando la aparición de nuevos villanos, también de nuevos héroes, y creando un clima de tensión insostenible entre la Tierra y Nuevo Krypton, que se ha extendido como la pólvora gracias a la conspiración del General Lane para lograr que el mundo crea que los kryptonianos son el enemigo.
Pero para Zod, el general del otro bando, el único enemigo a derrotar es Brainiac. Él es la mancha en su impoluta hoja de servicio. La astilla bajo su uña. La piedra en su zapato. Brainiac ha vivido en la mente de Zod desde el mismo instante en que logró robarle ante sus narices toda una ciudad con decenas de miles de compatriotas a los que no pudo salvar. Él, que era aclamado como el campeón de Krypton, que lideraba sus ejércitos y velaba por la seguridad de su mundo, no pudo sino observar, impotente, cómo aquella fuerza invencible lograba su objetivo sin que pudieran oponerle la menor resistencia. Aquel fatídico día para la historia de Krypton, el General Zod paladeó por vez primera un sabor amargo que no conocía: el de la derrota. Y desde entonces, más humillado por perder que compungido por la abducción de Kandor, Zod se dedicó en cuerpo y alma –si es que posee lo segundo– a planear el segundo asalto. Confiaba en que el destino le otorgaría la oportunidad de redimirse, de volver a enfrentarse con su adversario. Y entonces lo aplastaría. Le haría sentir la hondura del fracaso al igual que él lo sintió en su primer y desigual combate.
Ahora ese momento se acerca. Brainiac ha vuelto, y Nuevo Krypton se prepara para su última batalla. Pero la ocasión que Zod lleva décadas esperando no puede llegar en peor momento. Recordemos que, en la Tierra, los kryptonianos tienen vetada su entrada. La tensión entre ambos mundos está a punto de estallar, y solo hace falta un pequeño detonante para que uno de los dos bandos decida que ha llegado el momento de atacar. Y… ¿podéis imaginar las consecuencias de una guerra entre 100.000 kryptonianos superpoderosos y todos los efectivos militares y metahumanos del planeta Tierra? Es más: conociendo al General Lane, ¿no es lógico pensar que esconde un poderoso as en la manga si está decidido a entrar en combate con un ejército tan aplastantemente superior como el que forman los superhombres de Zod? Estas preguntas se resolverán durante los próximos meses en las páginas de Superman, que incluirán también las aventuras de los cuadernos de Supergirl, cuyo papel en La última batalla de Nuevo Krypton será fundamental.
Porque si crees que han sido tiempos difíciles para Kara, espera y verás. Podemos afirmar, no sin tristeza, que Supergirl todavía no ha atravesado su momento más amargo. Durante los dos últimos años, Kara ha tenido que asumir el impacto de ver regresar a sus seres queridos cuando los creía muertos, y de verlos después enfrentados entre sí por sus diferencias ideológicas. Se ha visto obligada a elegir entre su mundo natal y el mundo al que lleva tiempo llamando hogar. E incluso presenció el asesinato de su padre a manos de Reactrón, para verlo regresar después de entre los muertos –brevemente, eso sí– convertido en un Black Lantern (ver La noche más oscura: Superman). Terribles vivencias para una joven que todavía está intentando adaptarse a sus responsabilidades como superhéroe y a su vida como adolescente. Y aún le queda un terrible trance que superar, algo que no hay color en el espectro emocional que pueda definirlo. Falta muy poco para que esta historia llegue a su sobrecogedora conclusión, y será entonces cuando veamos realmente de qué pasta está hecha Kara Zor-El. Decía el poeta inglés Benjamin Jonson que “quien no ha afrontado la adversidad, no conoce su propia fuerza”. Pues si esto es así, pronto veremos que Supergirl es la chica más fuerte del mundo.

Javier Olivares Tolosa

CONTRAPORTADA

En este tercer volumen de la nueva etapa de Supergirl, la Chica de Acero va a estar endemoniadamente ocupada. Por un lado, aliada con el inspector Henderson, tendrá que luchar contra lo sobrenatural para enfrentarse a Silver Banshee e impedirle que reúna unas reliquias malditas. Por otra parte, la misteriosa enfermedad que lleva meses haciendo mella en Lana Lang se revelará como parte de un plan que lleva mucho más tiempo fraguándose. Un plan que obligará a Kara a combatir con un antiguo enemigo de Superman para salvar la vida de Lana y por la supervivencia de la Tierra. Y, además, conoceremos el sorprendente desenlace de la historia de la mayor Lucy Lane, Superwoman, muerta durante su pelea contra Supergirl… ¿o no?

CONTRAPORTADA UNIVERSO DC

Las aventuras de Supergirl continúan en este tercer tomo de su colección individual, haciendo un pequeño paréntesis dentro del gran evento que sacude el universo Superman. Mientras que en este tomo la Chica de Acero se enfrenta a amenazas sobrenaturales y villanos alienígenas, la serie mensual de Superman continúa avanzando tras la conclusión de la trama de Mundo de Nuevo Krypton, que da paso este mismo mes al inicio de La última batalla de Nuevo Krypton. Con el regreso inesperado de Brainiac, los supervivientes de Kandor tendrán que luchar de nuevo por sus vidas, mientras que, en la Tierra, el General Lane continúa confabulando en las sombras e inclinando la balanza cada vez más hacia una guerra entre kryptonianos y humanos que parece inevitable…