MIS ARTÍCULOS PUBLICADOS

Todos mis trabajos para las colecciones de Superman (y relacionadas) de Planeta DeAgostini y ECC Ediciones, que cada mes actualizaré con los nuevos artículos que aparezcan publicados. Puedes usar el buscador del blog para localizar las entradas por el título del cómic en el que se publicó.También encontrarás aquí mis artículos realizados para otras publicaciones impresas como Dolmen, Cinemacomics, Bats... Y, por supuesto, para estar al día de todo sobre Superman, no te olvides de visitar mi página principal: www.supermanjaviolivares.net.

26 de abril de 2008

SUPERMAN: UN REPASO A SETENTA AÑOS DE HISTORIA

Publicado en la web de Planeta DeAgostini como conmemoración del 70 aniversario de Superman (Abril 2008)

En setenta años el mundo ha cambiado mucho. Desde 1938 se han librado guerras, han caído muros, han sido derrocados regímenes y la ciencia y la tecnología están a un nivel que, para los que vivieron a finales de los 30, parecería de ciencia ficción. Y entre todo ese avance y progreso, 1938 fue el año en que vería la luz el más importante de todos los personajes que se han paseado jamás por las páginas de los comic book: Superman.
Si nos remontamos a los años 30, el cómic de superhéroes no existía como tal; se publicaban tiras cómicas y revistas juveniles en las que los personajes eran, generalmente, detectives o de ciencia ficción. El concepto del superhéroe no estaba definido. Jerry Siegel y Joe Shuster, dos jóvenes de Cleveland amigos desde el instituto, tuvieron una idea diferente para un personaje que era muy distinto a lo que se podía leer en aquellos momentos: un ser de otro planeta, refugiado en el nuestro tras la destrucción del suyo, y que en La Tierra adquiría increíbles poderes que usaría para combatir la injusticia. Jerry y Joe pasearon su creación por varias editoriales sin lograr que ninguna lo publicara por encontrarlo demasiado extravagante, hasta que la National Periodical Publications, entonces dirigida por Harry Donnenfeld, les compró los derechos del personaje por poco más de 100 dólares. Así, sin demasiadas expectativas, se publicaba a Superman por primera vez en el Action Comics 1, el 8 de junio de 1938. La National no apostaba demasiado por el éxito de aquel extraño visitante de otro planeta, tan raro en el ámbito editorial de la época.
La revista vendió 130.000 ejemplares de una tirada de 200.000. Un 65 por 100 de su edición, en una época en la que vender el 50 por 100 se consideraba un éxito de ventas. Superman había despegado.
A partir de entonces ya no se detuvo. En poco tiempo, y pese a que en las páginas de Action Comics compartían publicación varios personajes, Superman se alzó con el papel protagonista en todas las portadas. Apenas un año después de su aparición, el hombre del mañana había multiplicado casi por cuatro la tirada de la revista. La editorial comprendió que el público demandaba más y se dio el siguiente paso: una colección propia. El número 1 de Superman se publicó el verano de 1939, con éxito rotundo. El número 2 se convertiría en el primer cómic de la historia en vender más de 1.000.000 de ejemplares.
En este contexto, Superman continuaba aumentando su éxito. Action Comics incluyó en su número 22 la frase: “World's largest selling comic magazine”, algo así como “la revista de cómic más vendida del mundo”. Este título lo ostentaría orgullosamente hasta mayo de 1943, cuando un personaje publicado por la Fawcett, el Capitán Marvel, lo superó en ventas. Fueron tiempos extraños, ya que las dos editoriales mantenían una dura lucha por el evidente parecido entre los dos héroes, que acabaría desencadenando en el único juicio por plagio que se conoce en la historia del cómic. En el tomo Superman-Shazam: primer rayo, publicado por Planeta DeAgostini, se puede encontrar toda la historia de aquel peculiar juicio explicada con detalle en el artículo titulado “Héroes, amigos… y rivales”.
En plena Segunda Guerra Mundial, Superman fue uno de los activos en la lucha contra el Eje de Hitler. El hombre de acero no combatió en el frente, pero las portadas de Action Comics de la época, algunas de las más bellas que se han hecho jamás, mostraban casi siempre al hombre de acero combatiendo a las tropas nazis, destruyendo tanques enemigos, o ayudando a los soldados norteamericanos. Los interiores de los cuadernos presentaban aventuras que no tenían nada que ver con la guerra, pero las batallas de Superman se libraban en aquellas maravillosas portadas, que también han sido publicadas por Planeta DeAgostini dentro de los volúmenes de Los Archivos de Superman.
En 1939 también veía la luz el personaje de Bob Kane del hombre murciélago. Batman fue competencia directa de Superman pese a ser propiedad de la misma editorial, que pronto se dio cuenta que unir a los dos personajes podría representar todo un filón. Así, en 1939 se publicaba en la Feria Mundial un cómic que reproducía en su interior aventuras de Batman y Superman por separado, y que mostraba en su portada a los dos héroes juntos por primera vez. Aquel fue el precedente para la que se convertiría en la emblemática colección conjunta de Superman, Batman y Robin a partir de 1941 y hasta 1986: World’s Finest.
Paralelamente al cómic, Superman también aparecía publicado en tiras diarias de los periódicos, y en 1942 se publicó la primera novela de Superman, titulada The adventures of Superman, escrita por George F. Lowther con 10 ilustraciones de Joe Shuster, 6 en blanco y negro y 4 en color. Pese a su tremenda relevancia en la historia del personaje, esta novela jamás se ha publicado en España siendo poco conocida. En ella Superman se enfrenta a una trama de espionaje y sabotaje, dentro del contexto bélico que vivía la sociedad; además, nos cuenta por vez primera muchos detalles que nunca se habían tratado: los últimos instantes del planeta Krypton y los padres de Superman, a los que se les da nombre, Jor-El y Lara, así como al pequeño Superman, Kal-El; los padres adoptivos de Superman (Eben y Sarah, por aquel entonces); su adolescencia en Smallville y cómo llegó a convertirse en periodista. Y por encima de todo, la novela sienta el precedente de la nobleza del personaje. Hasta aquel momento, Superman no dejaba de ser un justiciero que combatía el crimen con fuerza y violencia, causando a menudo bajas en los maleantes y sin preocuparse por ello. En The adventures of Superman, Eben Kent en su lecho de muerte le pedirá a su hijo que use sus poderes por el bien de la gente, y es él mismo quien le llama Superman y le recomienda que lleve una doble vida. Fue una novela pionera, y los nuevos conceptos presentados en ella se incorporarían posteriormente en los guiones de los cómics. Una curiosidad más: en la novela, Superman poseía un extraño poder que le alertaba ante una situación de peligro inminente. Todo un precursor de uno de los poderes más característicos de otro personaje actualmente muy conocido, pero al que en 1942 aún le faltaban más de 20 años para ser creado.
Con el éxito en los medios impresos, el salto a los otros medios de comunicación no se haría esperar. En 1940 comenzaría el serial radiofónico de la Mutual, con Clayton “Bud” Collyer como Superman. “Bud” se convirtió en “la voz” del personaje, prestándosela durante 11 años. Al serial radiofónico le debemos la introducción de frases célebres como “Es un pájaro… es un avión… es Superman”, elementos como la kryptonita, los primeros efectos de vuelo de Superman, o el genial cambio de registro vocal que hacía “Bud” durante la frase “Esto parece un trabajo para… ¡Superman!”. “Bud” volvería a ser la voz del hombre de acero durante los 17 episodios animados que los hermanos Max y Dave Fleischer producirían entre 1941 y 1943, con un presupuesto de 50.000 dólares, algo desorbitado para la época. Los 17 cortos tuvieron una excelente acogida por calidad de animación y dibujo y fueron la primera incursión de Superman en el cine.
1948 sería el año en el que Superman dejaría de ser un personaje animado o una voz para convertirse en un rostro humano. El serial Superman (Columbia), presentaría por primera vez a un actor de carne y hueso encarnando al hombre de acero. El elegido fue Kirk Alyn, que interpretó a Superman durante los 15 episodios en los que se fragmentaban las más de seis horas que duraba el serial completo. En 1950, tras el gran éxito cosechado por Superman, Columbia presentó su segunda parte de las aventuras del hombre de acero: Atom Man Vs. Superman. 15 nuevos episodios en los que el enemigo era un villano muy similar a Lex Luthor en intenciones y aspecto: magnate, respetado ciudadano, científico con ansias de dominación mundial… y calvo, por supuesto.
El acontecimiento audiovisual de Superman más grande hasta el momento llegaría con el estreno de la serie televisiva Las aventuras de Superman, protagonizada por el desconocido George Reeves. A principios de los 50, la televisión aún no era un electrodoméstico habitual en todos los hogares norteamericanos, pero su difusión era cada vez mayor y el serial de cine estaba tocando a su fin. Motivados por el éxito de una película rodada en 1951, Superman and the mole men, la productora decidió darle luz verde a toda una temporada televisiva. La película se dividiría en dos partes que se incluirían posteriormente como los episodios 25 y 26 de la primera temporada, y en 1953 la serie comenzó a emitirse en blanco y negro, manteniéndose así durante sus dos primeras temporadas. A partir de la tercera y ya con un éxito impresionante (e imprevisto) entre el público, sobre todo infantil, la serie ya se grabó en color durante sus cuatro últimas temporadas. George Reeves se convirtió en un ídolo de los niños pese a que el papel de Superman no le trajo precisamente la felicidad. Las aspiraciones de Reeves eran las de convertirse en un galán de cine, y la mala suerte unida al encasillamiento en el papel del hombre de acero le apartaron de su sueño. La película Hollywoodland (2006) narra la biografía de este actor, que acabaría muerto en extrañas circunstancias en 1959, presuntamente por suicidio. Con él comenzó la tristemente conocida “maldición de Superman”, que ha afectado a muchos de los actores relacionados con el personaje de manera trágica. ¿Casualidad?
En los 60, Superman aterrizó incluso en los escenarios de Broadway, con la obra musical It’s a bird, it’s a plane, it’s Superman! En clave de humor y canciones, la obra giraba en torno a un Superman (interpretado por Bob Holiday) que acudía al psiquiatra para tratarse su complejo de inferioridad, y por supuesto no podía faltar Lois Lane (Patricia Marand). La obra duró 129 representaciones e incluso ha tenido otras versiones posteriores.
En el cómic, Superman continuaba siendo uno de los principales personajes, y así fue durante las llamadas Edad de Oro y Edad de Plata, momentos de gran nacimiento y expansión de personajes superheroicos más o menos inspirados en el hombre de acero. Grandes guionistas como el propio Jerry Siegel, Bill Finger, Otto Binder y dibujantes como Wayne Boring, Al Plastino, Kurt Schaffenberger o Curt Swan, por nombrar solo a unos pocos, llenaron miles de páginas de Superman. En lo concerniente a la popularidad del personaje en nuestro país, en esta época habría que destacar un dato importante, y es que entre 1964 y 1971 se prohibió completamente la publicación en España de los cómics de Superman. Los poderes que ostentaba eran considerados como una afrenta a la espartana educación religiosa que se impartía en los colegios durante el régimen franquista, así que durante esos años ni un solo cómic del hombre de acero fue publicado en español. Además, en los 70, la editorial Marvel se alzaba como una dura competidora en el mercado del comic book, presentando unos héroes más humanos con los que el lector tendía a identificarse, mientras que Superman estaba saturado en sí mismo; tenía tantos poderes, creados a lo largo de los años por los distintos guionistas, que sus historias no ofrecían demasiado interés. Había que hacer algo, así que en 1971 el guionista Denny O’Neil se hizo cargo de Superman con el propósito de restarle poder y humanizarlo para que resultara más accesible y competitivo en el panorama actual. Durante 9 números de Superman se desarrolló una saga tras la cual el hombre de acero vería sus poderes reducidos y se realizarían ciertos cambios al personaje. La misión estaba cumplida a medias, ya que el éxito no fue todo el que se pretendía. Superman estaba de capa caída.
Entonces, a finales de la década de los 70, Superman revolucionó el mundo.
Superman The Movie se estrenó en 1978. El director Richard Donner realizó una obra personal y estéticamente perfecta, en la que su mantra fue “verisimilitud”. Aparte de contar con que ha sido considerado el mejor actor de todos los tiempos, Marlon Brando, para el papel del padre del héroe, Jor-El, y con Gene Hackman como Lex Luthor, Donner quería recrear a la perfección todos los poderes del hombre de acero. Para conseguirlo tuvieron que emplearse todos los medios técnicos disponibles en la época, e incluso se inventaron incluso otros nuevos efectos especiales sobre la marcha. La película fue un auténtico fenómeno que logró recaudar más de 300 millones de dólares con un presupuesto de 55, y teniendo en cuenta que la secuela, Superman II, se rodó casi en su totalidad simultáneamente. Hay que destacar, cómo no, la elección del actor que interpretaría a Superman: Christopher Reeve. Tras su papel en Superman The Movie, el actor neoyorkino nunca se desprendería de la alargada sombra del hombre de acero, e interpretó al personaje en otras tres secuelas hasta 1987. Tras el trágico accidente que lo dejara tetrapléjico en 1995, Christopher Reeve emprendió una lucha por los derechos y recuperación de las personas en su situación, que continuó hasta su fallecimiento en 2004. Una razón más para que siempre se le recuerde con cariño como el mejor Superman.
El personaje se vio inmediatamente revitalizado por el éxito de la película, comenzando una auténtica “supermanía” que alcanzó todos los medios: juguetes, cómics, libros, revistas, posters, merchandising… Tras 40 años desde su nacimiento, Superman estaba de nuevo en todas partes.
Pero el mundo editorial era otra cosa, y los lectores cada vez eran más exigentes. No solo Superman debía adecuarse a los tiempos modernos, sino que todo el complejo universo DC que había ido desarrollándose con los años tenía que simplificarse. A mediados de los 80, los cientos de personajes que poblaban las páginas de los cómics DC vivían repartidos entre incontables tierras paralelas en universos diferentes. Resultaba muy complicado entenderlo todo a menos que fueras un lector regular desde hacía años, así que la solución fue… empezar de cero.
En 1985 Superman decía adiós a casi 50 años de aventuras en una historia titulada ¿Qué le pasó al hombre del mañana? (incluida en el recopilatorio Superman: Las historias de Alan Moore, publicado por Planeta DeAgostini). Originalmente aparecida en dos partes, en Superman 423 y Action Comics 583, se trató de una historia alternativa en la que Superman se atrincheraba con sus amigos en la Fortaleza de la Soledad, mientras recibía los ataques de todos sus enemigos, y que terminaba con el aparente final del hombre de acero (y decimos aparente, porque los que la hayan leído sabrán a qué nos referimos). Una historia considerada por muchos como la mejor aventura de Superman de la época clásica y que sirvió además para despedir al dibujante Curt Swan, que realizaba su último trabajo para Superman en esta aventura, tras años de ser uno de sus más destacados artistas.
¿Pero por qué decir adiós a Superman? La respuesta es muy sencilla: no se le decía adiós, solo se le ponía punto final a una etapa mientras se preparaba el terreno para otra. También en 1985, tras varios años de preparación, comenzaba a publicarse Crisis en las tierras infinitas, una maxisaga cuyo objetivo era “resetear” el universo DC, desenmarañando la compleja red de mundos paralelos y reduciéndolos a una sola Tierra unificada. Marv Wolfman se ocupó del guión y George Pérez del dibujo, construyendo entre los dos una de las obras maestras del cómic contemporáneo, que también ha sido publicada por Planeta DeAgostini en una edición absolute. Tras doce números, todo un año de publicación, Crisis en las tierras infinitas concluía cumpliendo su propósito; las miles de Tierras habían desaparecido, los universos paralelos ya no existían, y solo había una Tierra, hogar de todos los héroes DC. Se había dado un nuevo punto de partida a todas las colecciones, que ahora podían ser perfectamente seguidas por cualquier nuevo lector. Y por supuesto, los personajes tenían que remodelarse para estar en consonancia con los cambios establecidos por las Crisis.
En este sentido Superman fue una de las máximas prioridades de la editorial. Tras los años anteriores en los que había pasado sin pena ni gloria, la intención era devolver al personaje todo su esplendor. El guionista y dibujante John Byrne se pondría al frente del hombre de acero, y comenzó con la miniserie Man of Steel en la que se contaba de nuevo su origen adecuándolo a la nueva situación. Los cambios eran sutiles, pero importantes: el planeta Krypton, su historia y personajes, incluidos Jor-El y Lara, cambiaban por completo; la personalidad de Clark se modificaba convirtiéndose en un personaje más importante en sí mismo y no como simple tapadera de Superman; sus padres adoptivos, Jonathan y Martha, continuaban vivos; se eliminaba su época como Superboy, de modo que la decisión de convertirse en Superman la tomaba un Clark Kent adulto; y por supuesto sus amigos, enemigos y situaciones más características eran de nuevo redefinidas. La etapa de John Byrne es, sin duda, una de las más importantes en los cómics del hombre de acero, y Planeta DeAgostini la ha ofrecido íntegra dentro del Coleccionable Las Aventuras de Superman.
La televisión volvería a darle protagonismo a Superman en 1988. Primero con una serie de dibujos animados producida por Ruby-Spears que duró 13 episodios; y además comenzaba Superboy, una serie producida por el mismo responsable de Superman The Movie y protagonizada en un principio por John Haymes Newton, aunque en su segunda temporada y hasta el final en la cuarta el protagonista sería Gerard Christopher. Esta serie resulta toda una curiosidad en sí misma, teniendo en cuenta que en el momento de estrenarla, el personaje de Superboy ya había sido eliminado del cómic dos años antes, en la nueva versión byrneana del personaje.
Los noventa fueron una buena década para los aficionados a Superman. El acontecimiento más importante en su historia y probablemente el más importante en la historia de todo el cómic de superhéroes se produciría en 1993. Lo que nadie imaginaba que pudiera ocurrir iba a ser llevado a cabo por uno de los mejores equipos de guionistas y dibujantes jamás reunidos en un evento de este tipo: Superman iba a morir.
En una controlada estrategia editorial, DC ideó toda una saga en la que el hombre de acero moría en una brutal pelea contra una criatura llamada Doomsday. Tras dejar fuera de combate a media Liga de la Justicia, la bestia y Superman, concretamente en el número 75 de su colección homónima, morían al mismo tiempo en el centro de Metropolis, después de una lucha que había dejado su estela de destrucción por todo el país. Con la muerte del héroe y tras su multitudinario funeral, cuatro personajes reclamarían ser el auténtico hombre de acero. La genial conclusión de la saga no podía ser otra que el regreso del verdadero Superman tras una serie de acontecimientos que afectarían decisivamente y aún afectan en la actualidad a muchos de los personajes DC. La Muerte de Superman y el reinado de los superhombres sirvió además para introducir importantes personajes como John Henry Irons, Acero, o Superboy (Conner Kent). Aún es aclamada como una de las mejores novelas gráficas, y para disfrute de todos los lectores actuales, Planeta DeAgostini ha publicado la historia completa de la muerte y el regreso en una edición absolute de 792 páginas con material nunca visto antes en España. Y recientemente hemos podido ver incluso una película de animación inspirada en este arco argumental, Superman: Doomsday, de los mismos responsables de la serie animada de la que hablaremos más tarde.
Pero no todos los acontecimientos de los noventa serían tan funestos para Superman como el evento del que acabamos de hablar. En 1996 el hombre de acero pasaba por el altar para contraer por fin matrimonio con Lois Lane, una relación que era tan antigua como el personaje y que llegaba entonces a su momento más dulce. El especial Superman: The Wedding Album nos ofrecía la celebración de la boda de Lois y Clark. Boda que también se pudo ver incluso por televisión, en un episodio de la serie Lois y Clark, las nuevas aventuras de Superman. Esta serie había comenzado en 1993, con Dean Cain y Teri Hatcher como protagonistas, y duraría cuatro temporadas. Su éxito fue principalmente el tratamiento distinto que recibió, centrado en la relación entre ellos dos más que en la temática superheroica, creando una especie de comedia romántica con las aventuras de Superman como trasfondo.
Con el fin de la serie en 1996, la televisión no se quedaba sin su dosis de Superman, ya que comenzaba a emitirse la serie de animación creada por Bruce Timm, creador también de la aclamada serie animada de Batman. Posteriormente Superman aparecería en otras series de dibujos como Justice League, que sería conocida después como Justice League Unlimited, o Legion of Super Heroes. Pero el año 2000 dio comienzo la que ya es la serie más larga de todas las que nunca se han hecho sobre Superman, y eso que no se trata de una serie sobre Superman propiamente dicho, sino que gira en torno a su adolescencia como Clark Kent (Tom Welling). Por supuesto estamos hablando de Smallville, que actualmente ya va por su séptima temporada y con perspectivas de una octava y última. Por la serie ya han desfilado personajes tan relevantes y conocidos como Green Arrow, Canario Negro, Brainiac, Impulso, Aquaman e incluso la acertada incorporación al elenco habitual del personaje de Kara Zor-El, Supergirl (Laura Vandervoort), directamente inspirada en la nueva versión del mismo que fue introducida en el cómic en Superman/Batman, y publicada por Planeta DeAgostini en el Volumen 1 de la colección.
Durante años, los medios de comunicación hicieron correr ríos de tinta acerca del regreso del hombre de acero a la gran pantalla. Desde Superman IV: en busca de la paz, la última y prescindible película que protagonizara Christopher Reeve en 1987, el personaje estaba ausente del mundo del cine. Los rumores acerca del posible regreso de Reeve al papel se esfumaron tras la tragedia personal que sufrió el actor, así que la campaña en búsqueda de un nuevo director y sobre todo de un nuevo Superman había comenzado. A finales de los noventa se especulaba con directores como Tim Burton, McG o Brett Rattner, actores como Nicolas Cage, Josh Harnet o Brendan Frasier, e incluso el guionista y director Kevin Smith realizó un guión completo sobre una película titulada Superman Lives!, en la que el villano era Brainiac y se aprovechaban partes de la saga de la muerte. Nada de esto llegó a buen puerto, y mientras Warner malgastaba millones de dólares en contratos y guiones, la franquicia de Superman seguía en un callejón sin salida. Hasta que Bryan Singer, reconocido fan del personaje, aceptó la dirección bajo sus condiciones, y así se ponía en marcha el proyecto de Superman Returns, que en verano de 2006 se estrenaba en todo el mundo. Criticada por muchos, venerada por otros tantos, lo que es indiscutible es que Singer realizó un homenaje al clásico de Richard Donner y rodó una película estéticamente perfecta. El defecto más evidente pudo ser su falta de acción, aunque suplido con creces por los incontables detalles que solo un aficionado al personaje puede encontrar. En definitiva Superman Returns sirvió para abrir de nuevo la puerta a la franquicia cinematográfica del hombre de acero, con una secuela prácticamente confirmada. Y también nos dejó el descubrimiento del más digno sucesor de Christopher Reeve que pudiera imaginarse: Brandon Routh.
En cuanto al cómic más actual, Superman atraviesa uno de los momentos más interesantes. Nuevos estilos de dibujo han dejado huella, como el amerimanga de Ed McGuinness, el impactante trazo de Michael Turner o el genial arte de Jim Lee, que alcanzó en Superman su máximo nivel en la saga Por el mañana, que fue publicada dentro del Volumen 1 de Superman de Planeta DeAgostini. Mientras, el español Carlos Pacheco se ha alzado como uno de los grandes del dibujo, y su labor en la colección Superman ha sido sencillamente asombrosa. En Action Comics el director Richard Donner ha realizado colaboraciones en los guiones junto a Geoff Johns, desarrollando historias que han llevado a Superman a situaciones límite. Y todo esto después del evento Crisis Infinita, directa continuación de los acontecimientos vistos 20 años atrás en Crisis en las tierras infinitas. Esta segunda crisis ha sacudido de nuevo los cimientos del universo DC, jugando Superman, como siempre, un papel decisivo. Tras la conclusión, durante todo un año el mundo tuvo que vivir sin Superman, Batman ni Wonder Woman, lo que daría pie al evento llamado Un Año Después y a la colección semanal 52, que narraba precisamente ese año perdido. Y 52 solo sería el primer paso hacia la Cuenta Atrás, la última gran novedad de Planeta DeAgostini tras la publicación de las demás obras que mencionábamos. Por supuesto toda Cuenta Atrás lleva hacia el comienzo o final de algo, y en este caso se trata del que va a ser el último gran evento DC cuyo objetivo es volver a reestructurar todo su mundo. Se avecina una Crisis Final, y pronto tendremos noticias de ella…
Así que, tras una mirada a su ayer, podemos afirmar más que nunca que Superman sigue siendo el hombre del mañana, y que estos 70 años han pasado para él más rápidos que una bala. Nosotros no dejaremos nunca de mirar al cielo.

Javier Olivares Tolosa

16 de abril de 2008

SUPERMAN/BATMAN VOL.2 NÚM. 8

Publicado en Superman/Batman Vol. 2 núm. 8 (Abril 2008)

LOS NUEVOS METAL MEN

En este número comienza una historia en tres partes en la que estará como invitado uno de los grupos de héroes más sorprendentes del cómic: los Metal Men.
Tras su aparición en Showcase en 1962, estos personajes creados por Robert Kanigher y Ross Andru se hicieron muy populares, para sorpresa de sus propios creadores, y obtuvieron colección propia durante 56 números entre 1963 y 1970, aunque su historia ha sido mucho más prolífica como invitados en otras colecciones.
El cerebro del grupo y padre de los Metal Men es el genial doctor William Magnus. Inspirado en el trabajo de Thomas Oscar Morrow, creador de Tornado Rojo y posterior supervillano, Magnus logró diseñar un dispositivo al que llamó responsómetro, que dotaba de vida e inteligencia a metales puros. Así nacieron los Metal Men, formados por Hierro, Plomo, Platino, Mercurio, Estaño, Oro y en esta nueva andadura, Cobre. Estos robots, aparte de poseer cualidades del principal metal del que están compuestos, presentan incluso semejanzas en sus personalidades con las propiedades de sus metales origen. Oro, el líder del equipo, es noble y leal, y puede alargar su cuerpo hasta casi el infinito; Platino puede estirarse y ensancharse, y es coqueta y sensual; Plomo es resistente a la radiación, fuerte y protector; Mercurio puede licuarse y reformarse a voluntad, y es de personalidad volátil; Estaño, inseguro y tartamudo, posee también un cuerpo maleable; Cobre es superconductora de la electricidad; y Hierro es duro y enormemente fuerte, tanto físicamente como de carácter. Aunque a todos ellos, por supuesto, les acompaña la nobleza de su “padre”, el Dr. Magnus (a quien ellos llaman “Doc”), y bajo su tutela se han dedicado en todas sus encarnaciones a colaborar activamente en la lucha contra el mal.
Tras los acontecimientos de 52, Doc ha vuelto a construir a su equipo añadiéndoles a Cobre como nuevo miembro. Estos nuevos Metal Men aún no han tenido la ocasión de ser probados en acción y las preguntas sobre su correcta conducta están en el aire. Las respuestas las encontraréis en estas páginas.

Javier Olivares Tolosa