MIS ARTÍCULOS PUBLICADOS

Todos mis trabajos para las colecciones de Superman (y relacionadas) de Planeta DeAgostini y ECC Ediciones, que cada mes actualizaré con los nuevos artículos que aparezcan publicados. Puedes usar el buscador del blog para localizar las entradas por el título del cómic en el que se publicó.También encontrarás aquí mis artículos realizados para otras publicaciones impresas como Dolmen, Cinemacomics, Bats... Y, por supuesto, para estar al día de todo sobre Superman, no te olvides de visitar mi página principal: www.supermanjaviolivares.net.

1 de febrero de 2011

SUPERMAN VOL. 2 NÚM. 45

Textos publicados en Superman Vol. 2 núm. 45 (Enero-Febrero 2011).

ANTERIORMENTE

Los habitantes de Nuevo Krypton comenzaron a plantar cara a la inesperada invasión de Brainiac, pero su desorganización y falta de cooperación entre gremios les fue costando muchas bajas. En medio del caos, Superman logró penetrar en la infranqueable nave de Braniac, mientras que Zod mandó detener a la Legión de Superhéroes como si fueran terroristas. Alura anuló la orden de Zod y permitió que la Legión los ayudara en su batalla, contrariando los deseos de Zod. Mon-El, guiado por Tellus, entró en la nave de Braniac para ayudar a Superman, y le arrebató a Luthor de las manos la ciudad embotellada que contenía a los lanothianos –una raza con poderes telepáticos que le suplicaban ayuda al daxamita–, algo que Mon-El parecía destinado a hacer…

ARTÍCULO

EN EL OJO DEL HURACÁN

Faltan dos meses. Tan solo dos números para que la serie mensual de Superman se sumerja en un evento al que catalogar como de proporciones épicas sería hacerle un flaco favor. Llevamos dos años inmersos en esta trama, desentrañando mes a mes las conspiraciones que envuelven a algunos de sus protagonistas –y urdidas por otros–, y presenciando sus aventuras y su batalla por aquello por lo que luchan. Para algunos se trata de su propia conveniencia y supervivencia. A otros los mueve la venganza. Otros, en cambio, luchan por sus ciegos ideales, por los que serían capaces de cualquier cosa. Y otros, aquellos a quienes llamamos héroes, siguen consagrados a su interminable pugna por lo que es bueno y justo. En un mundo utópico, estos últimos se alzarían como triunfadores. Su victoria sería laureada por todos y la historia tendría un final feliz. Pero, lejos de ser utópico o propio de los cuentos de hadas, el universo DC ha demostrado sobradamente que los finales no siempre son felices, y que no hay nadie que esté libre del frío abrazo de la muerte. Aunque el verdadero alcance de esta sentencia es algo que todavía habrás de descubrir.
Por el momento, y a la vista del cliffhanger con el que termina el número de este mes, el panorama parece poco alentador. Superman, fuera de combate, se precipita al vacío hacia una aparente muerte segura, y Kandor está de nuevo miniaturizada y en manos del mortífero tándem formado por Brainiac y Luthor. Pero si el propio Zod, general de los ejércitos kryptonianos, no parece muy preocupado de encontrarse en tan aparentemente desventajosa posición –sino que, por el contrario, se le ve complacido–, no cabe duda que oculta un as en la manga. Porque si algo viene demostrando Zod desde hace tiempo, es que es un hombre que se resiste a permanecer encerrado.
El origen actual del general Zod se remonta a la saga Último hijo, que ocupó los números 4, 5, 6, 9 y 22 de Superman, de Planeta DeAgostini. Geoff Johns, contando como co-guionista con Richard Donner (director de Superman: The Movie y responsable de la sutil introducción de ciertos elementos cinematográficos del Hombre de Acero en el cómic) y con el sobresaliente aunque algo impuntual dibujo de Adam Kubert, presentó al trío de villanos formado por Zod, Ursa y Non de una nueva forma que amalgamaba lo clásico con una moderna revisión. Encontramos en Zod a un personaje mucho más cruel, despiadado, carente de toda emoción que no fuera el odio y la sed de venganza, e incapaz de amar a nadie salvo a sí mismo. Un Zod que ya no solo ansiaba gobernar el planeta Houston (como hiciera su versión interpretada por Terence Stamp en Superman II), sino un monstruo capaz de servirse de su propio hijo, Lor-Zod, como señuelo para escapar de la Zona Fantasma, valiéndose de la naturaleza única del niño al haber sido concebido en esa dimensión con leyes físicas propias. Posteriormente, este mismo niño sería encontrado por Lois y Clark, quienes lo acogerían como suyo dándole el nombre de Christopher, en otro homenaje de Richard Donner hacia el Superman cinematográfico más querido, el desaparecido Christopher Reeve. Y hoy en día, gracias a haber conocido el amor de una familia como los Kent, Christopher ha asumido el rol del héroe kryptoniano Nightwing, cuya historia completa, íntimamente ligada a los eventos de Mundo de Nuevo Krypton, puedes encontrar en los volúmenes Mundo sin Superman y Mundo contra Superman.
Pero volviendo a Zod, ¿cómo el más aclamado general de Krypton terminó condenado a una eternidad en el lugar reservado para sus peores criminales? La respuesta se remonta a un tiempo en el que el ahora mudo y salvaje Non era el más eminente científico de Krypton y mentor del mismísimo Jor-El. De Non surgió una teoría acerca de la inminente destrucción de Krypton, teoría que el propio Zod llegó a secundar con fe absoluta. Pero los discursos públicos de Non acerca del imparable apocalipsis que se cernía sobre su mundo comenzaban a soliviantar a la población, y el Consejo tomó la radical decisión de acallarlo para siempre con una lobotomía que dejó al brillante Non transformado en un “inofensivo” cromañón incapaz de comunicarse, pero físicamente imparable. Un acto desmesurado que, por cierto, guarda similitud con la trama de Crisis de identidad, una de las obras clave para entender el actual universo DC.
Ante semejante ataque, Zod solicitó a su íntimo amigo Jor-El que se uniera a él para derrocar al Consejo y gobernar Krypton juntos. Pero Jor-El, acérrimo enemigo de cualquier forma de violencia, se negó, ganándose la enemistad de Zod. El desenlace no pudo ser más estremecedor. La rebelión de Zod, Ursa y Non contra el Consejo se saldó con los cadáveres de cinco consejeros y los disidentes fueron detenidos. La justicia de Krypton pidió para ellos la pena de muerte, y solo la intercesión de Jor-El pudo cambiar aquella sentencia por la de encarcelamiento en la Zona Fantasma. Aunque, como ya ha demostrado la historia, Zod no consideró aquella mediación de Jor-El precisamente como un favor, y juró venganza contra él y contra toda su descendencia.
Tras su derrota en Último hijo –y prisionero de nuevo en la Zona Fantasma gracias al sacrificio de Christopher, quien se encerró también para así sellar el portal tras él y dejar atrapado a su malvado padre y su ejército de criminales–, no volvimos a saber del general hasta Nuevo Krypton. Para sorpresa de Superman, Zod volvía a ser el flamante héroe del pueblo después de que Alura lo liberara tras dar por cumplida su condena. Nos encontramos ante un nuevo Zod, alguien que parecía haber aprendido la lección y haberse redimido. Pero si a la vista de los últimos acontecimientos creéis que el general ya ha comenzado a mostrar su verdadera cara, el final de La última batalla de Nuevo Krypton y sus posteriores consecuencias todavía han de dejaros con la boca abierta. Porque ¿qué mayor anhelo puede haber para un general como Zod… sino el de comandar sus tropas hacia la guerra?

Javier Olivares Tolosa