Publicado en Superman/Batman Vol. 2 núm. 1 (Septiembre 2007)NUEVOS TIEMPOS PARA LOS MEJORES DEL MUNDO
Ha terminado la Crisis Infinita con todas las repercusiones que conlleva, y son tiempos de cambio para el universo DC. Los acontecimientos de las series regulares de cada personaje se desarrollan ahora en el ámbito del Año Después a la crisis, mientras que ese año perdido será narrado a tiempo real en la colección semanal 52, aclarando todos los puntos oscuros que pueda haber entre la Crisis y el actual Año Después. Para esta colección Superman/Batman, atrás quedan 25 números USA en los que los mejores dibujantes, gente de la talla de Ed McGuinness, Michael Turner o Carlos Pacheco, han realizado extraordinarias intervenciones para los diferentes arcos argumentales que, mes a mes, han ido siendo elaborados.
Desde el principio de esta serie, Superman y Batman no lo han tenido fácil. Los hemos visto ser considerados enemigos públicos en una saga que concluyó con la caída de Lex Luthor como presidente de los Estados Unidos y con su regreso a la maldad más clásica y descarada; hemos asistido a la aparición de la nueva Supergirl, cuya historia es presentada como en sus más tiernos orígenes, con todas las infinitas posibilidades que nos ofrece este personaje fresco y renovado; no han faltado tampoco historias de viajes en el tiempo y de realidades alternativas en las que entidades superpoderosas amenazaban con destruir el curso de la historia tal y como la conocemos, alterándola en puntos cruciales para nuestros héroes; y se han enfrentado a los Máximos, un grupo de héroes vengadores en la última saga antes de ésta.
Esta serie no es la primera en la que vemos juntos a estos dos iconos del comic, ya que desde 1939 hasta 1986, la colección World’s Finest ya se dio cuenta de la rentabilidad de esta unión y presentó las aventuras conjuntas de los dos personajes. Sin embargo en Superman/Batman hemos encontrado un estilo de narrativa que la convierte en algo nuevo, distinto a todo lo que habíamos visto: un color de texto para cada personaje, diálogos intimistas en los que vemos los pensamientos de los dos héroes, que parecen estar siempre en polos opuestos y que, sin embargo, valoran y respetan totalmente lo que el otro hace. Y ese punto de “poli bueno-poli malo” en su relación que hace esta serie tan divertida de leer. Y de todas estas historias y este nuevo estilo ha habido un único responsable al frente de los guiones: Jeph Loeb.
Jeph Loeb es casi un sinónimo de comic. Es imposible que no se note su mano cuando se hace cargo de un personaje. A él le debemos (amén de otras muchas obras que ha realizado para la competencia) excelentes sagas del Hombre Murciélago como Hush, The Long Halloween o Legends of the Dark Knight. Y en lo que al Hombre de Acero se refiere, Loeb, aparte de haber sido guionista habitual de la serie, también nos ha dejado títulos como la aclamada Las Cuatro Estaciones, junto a Tim Sale al dibujo. Tras la muerte de su hijo Sam, fallecido de cáncer, Loeb deja de ser el guionista de Superman/Batman para embarcarse en otros proyectos, entre los cuales se cuentan su labor como consultor ejecutivo en series televisivas como Smallville o Héroes, y la serie regular Superman: Confidencial en la que repite con Tim Sale como dibujante.
Pero tranquilos, que nos quedamos en buenas manos. En este ejemplar que acabáis de leer, se estrena Mark Verheiden como guionista regular de la colección, formando equipo en su debut con un modesto Kevin Maguire a los lápices. Del dibujo no hay que preocuparse, es evidente que Maguire no brilla como los otros monstruos del lápiz que han desfilado por estas páginas durante los meses pasados, pero realizará su breve andadura y será sustituido por Ethan Van Sciver, al que ya habéis podido ver en la segunda parte de esta historia, y cuyo talento como dibujante, dinámico, original y detallista, no pasará desapercibido. Y la calidad de las historias de Verheiden tendrá que competir con un listón que Jeph Loeb deja alto, muy alto. No adelantaremos acontecimientos, pero no os preocupéis… Verheiden os va a sorprender.
Javier Olivares Tolosa
