Textos publicados en Superman Vol. 2 núm. 44 (Diciembre 2010).
ANTERIORMENTE
Con la llegada de Brainiac, ha comenzado la última batalla de Nuevo Krypton por su supervivencia. Una batalla en la que incluso algunos miembros de la Legión de Superhéroes han tomado parte activa para impedir que se destruya el futuro si Superman muere en combate. Por su parte, Kal-El ha “desertado” del ejército kryptoniano para volver a lucir su traje, enfrentándose a Zod por lanzar ataques contra la nave de Brainiac incluso aunque costaran vidas kryptonianas. Así, el Hombre del Mañana ha logrado penetrar por su cuenta en la infranqueable nave-calavera. Zod, sin Superman alrededor, ha mandado detener a Mon-El y a la Legión, mientras que el Hombre de Acero descubre con estupor que Brainiac se ha traído un amigo a la fiesta: ¡Lex Luthor!
ARTÍCULO
Y TODO POR UNA MALDITA MARIPOSA
El efecto mariposa, conocido exponente de la teoría matemática del caos, se resume en que “una mariposa batiendo sus alas en una parte del mundo puede provocar una tormenta en la otra parte”. Este aparentemente sencillo enunciado viene a tratar de explicar la imposibilidad de predecir todas las variables que pueden alterar el resultado de un hecho, incluso aunque conozcamos perfectamente sus condiciones iniciales. Así, por ejemplo, podríamos dejar rodar una esfera sobre una pendiente y predecir cómo caería, pero minúsculas imperfecciones en su superficie o en la del suelo podrían dar como resultado una trayectoria completamente diferente en cada experimento. En lenguaje para legos: resulta poco menos que imposible afirmar con exactitud cómo va a comportarse un sistema complejo formado por diferentes variables. La más mínima acción puede tener consecuencias totalmente inesperadas y caóticas, desatando esa proverbial tormenta al otro lado del mundo en el que la mariposa aleteó.
Hace alrededor de dos años, concretamente en el número 26 de Superman de Planeta DeAgostini, una mariposa batió sus alas de forma despreocupada. Comenzaba la saga de Brainiac y, aunque en aquel momento aún no lo sabíamos, aquella historia -en la que el enemigo clásico de Superman era reinventado y reintroducido en la continuidad actual por Geoff Johns y Gary Frank- ya había sido concebida como la simiente de una auténtica cadena de eventos que irían in crescendo hasta germinar en una de las tramas de Superman más complejas y ramificadas que se recuerdan. El regreso del coluano en aquel número 26 trajo de vuelta terrores olvidados y abrió viejas heridas. Ahora, 18 números después durante los cuales la historia ha adquirido proporciones épicas y un ritmo apasionante -y de nuevo con el retorno de Brainiac en una suerte de apocalíptica segunda venida-, el argumento se aproxima a un final que será largamente recordado. Suenan apropiadas para la ocasión las palabras del general Máximo (Russell Crowe en Gladiator, de Ridley Scott): “lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”… y el eco de esta etapa en la que llevamos tantos meses inmersos resonará como un trueno en el universo DC.
En los próximos meses, terminará la epopeya que vienen protagonizando Superman, Zod, Mon-El, Nightwing y Flamebird, el General Lane y su oscuro Proyecto 7734, Supergirl, Alura y, en definitiva, todos los habitantes de la Tierra y Nuevo Krypton. Quedan por resolver muchas cuestiones que se irán descifrando en estas páginas, mientras que los héroes lucharán no solo por sus vidas y por la supervivencia de sus mundos, sino que en la batalla –no perdáis detalle sobre esto– estará en juego la existencia del futuro tal y como lo conocemos, en un claro ejemplo de lo que es un imparable efecto mariposa. ¿Lo sientes? El aire ya huele a tormenta…
Javier Olivares Tolosa
ANTERIORMENTE
Con la llegada de Brainiac, ha comenzado la última batalla de Nuevo Krypton por su supervivencia. Una batalla en la que incluso algunos miembros de la Legión de Superhéroes han tomado parte activa para impedir que se destruya el futuro si Superman muere en combate. Por su parte, Kal-El ha “desertado” del ejército kryptoniano para volver a lucir su traje, enfrentándose a Zod por lanzar ataques contra la nave de Brainiac incluso aunque costaran vidas kryptonianas. Así, el Hombre del Mañana ha logrado penetrar por su cuenta en la infranqueable nave-calavera. Zod, sin Superman alrededor, ha mandado detener a Mon-El y a la Legión, mientras que el Hombre de Acero descubre con estupor que Brainiac se ha traído un amigo a la fiesta: ¡Lex Luthor!
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Y TODO POR UNA MALDITA MARIPOSA
El efecto mariposa, conocido exponente de la teoría matemática del caos, se resume en que “una mariposa batiendo sus alas en una parte del mundo puede provocar una tormenta en la otra parte”. Este aparentemente sencillo enunciado viene a tratar de explicar la imposibilidad de predecir todas las variables que pueden alterar el resultado de un hecho, incluso aunque conozcamos perfectamente sus condiciones iniciales. Así, por ejemplo, podríamos dejar rodar una esfera sobre una pendiente y predecir cómo caería, pero minúsculas imperfecciones en su superficie o en la del suelo podrían dar como resultado una trayectoria completamente diferente en cada experimento. En lenguaje para legos: resulta poco menos que imposible afirmar con exactitud cómo va a comportarse un sistema complejo formado por diferentes variables. La más mínima acción puede tener consecuencias totalmente inesperadas y caóticas, desatando esa proverbial tormenta al otro lado del mundo en el que la mariposa aleteó.
Hace alrededor de dos años, concretamente en el número 26 de Superman de Planeta DeAgostini, una mariposa batió sus alas de forma despreocupada. Comenzaba la saga de Brainiac y, aunque en aquel momento aún no lo sabíamos, aquella historia -en la que el enemigo clásico de Superman era reinventado y reintroducido en la continuidad actual por Geoff Johns y Gary Frank- ya había sido concebida como la simiente de una auténtica cadena de eventos que irían in crescendo hasta germinar en una de las tramas de Superman más complejas y ramificadas que se recuerdan. El regreso del coluano en aquel número 26 trajo de vuelta terrores olvidados y abrió viejas heridas. Ahora, 18 números después durante los cuales la historia ha adquirido proporciones épicas y un ritmo apasionante -y de nuevo con el retorno de Brainiac en una suerte de apocalíptica segunda venida-, el argumento se aproxima a un final que será largamente recordado. Suenan apropiadas para la ocasión las palabras del general Máximo (Russell Crowe en Gladiator, de Ridley Scott): “lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”… y el eco de esta etapa en la que llevamos tantos meses inmersos resonará como un trueno en el universo DC.
En los próximos meses, terminará la epopeya que vienen protagonizando Superman, Zod, Mon-El, Nightwing y Flamebird, el General Lane y su oscuro Proyecto 7734, Supergirl, Alura y, en definitiva, todos los habitantes de la Tierra y Nuevo Krypton. Quedan por resolver muchas cuestiones que se irán descifrando en estas páginas, mientras que los héroes lucharán no solo por sus vidas y por la supervivencia de sus mundos, sino que en la batalla –no perdáis detalle sobre esto– estará en juego la existencia del futuro tal y como lo conocemos, en un claro ejemplo de lo que es un imparable efecto mariposa. ¿Lo sientes? El aire ya huele a tormenta…
Javier Olivares Tolosa