Publicado en el tomo recopilatorio Supergirl: así es la vida (Octubre 2009), que también traduje yo.
ASÍ ES LA VIDA... PERO NO TIENE POR QUÉ GUSTARTE
El volumen anterior terminó con Supergirl prometiéndole a un niño llamado Thomas que no iba a dejar que se muriese. El problema es que Thomas no se encontraba atrapado en un incendio, un terremoto, o en medio de una lucha entre villanos, sino que se moría de cáncer. Así que la promesa de Supergirl adquiría una enorme dificultad para hacerse realidad. En esta nueva entrega de las aventuras de Supergirl, la Chica de Acero va a tener que hacer frente a su obsesión por salvar a Thomas y afrontar que, por mucho que duela, quizá haya cosas que ni siquiera ella es capaz de evitar. Pero eso no le va a impedir intentarlo con todas sus fuerzas, incluso emprendiendo cuestionables acciones y formando peligrosas alianzas.
Los dos primeros números incluidos en este séptimo recopilatorio de Supergirl inician la saga Así es la vida, y se corresponden con los números 28 y 29 de la colección americana. Uno de los individuos clave en esta historia será Mitch Shelley, más conocido como Resurrection Man. Por si su nombre no lo dice ya todo, este curioso personaje que apareció en su propia serie de la mano de Andy Lanning, Dan Abnett y Jackson Guice, como resultado de un experimento con tecnología nanobótica, adquirió el poder de regresar de la muerte. Además, en cada una de sus resurrecciones despierta con un único poder, siempre diferente y aleatorio, que ha oscilado desde tener la capacidad de volar o habilidades piroquinéticas o metamórficas, a disponer de otras habilidades aún más pintorescas como transformarse en una sombra viviente. Incluso llegó, en una ocasión, a resucitar convertido en una mujer. No es de extrañar que Supergirl vaya a plantearse contar con la ayuda de este personaje, puesto que en cualquier momento podría resucitar con poderes curativos tan fuertes como para eliminar el cáncer de Thomas. Pero ¿cuántas veces debería morir Resurrection Man para acabar adquiriendo esa habilidad concreta? ¿Será capaz Supergirl de matar a su ayudante miles de veces hasta que despierte, por azar, con ese mágico poder sanador? Pronto veremos que, aunque sus intenciones sean buenas, Supergirl todavía peca de impetuosa a la hora de tomar decisiones. Y si no, recordemos el desastre del Air Force One que ella y Wonder Girl provocaron involuntariamente durante El ataque de las amazonas y que casi le costó la vida al Presidente y convirtió a la Chica de Acero en objeto del odio y la desconfianza de la nación. Ahora, en su intento de salvar la vida de Thomas, va a cometer un acto que hará que alguien muy cercano a ella, alguien que también viste de azul y rojo, se enfade… y mucho.
El número 30 de Supergirl sirve como intermedio y nos presenta un relato autoconclusivo cuyo título ya deja bien claro cuál es su tema: la aceptación. No olvidemos el enorme peso que debe suponer para Supergirl conservar los recuerdos de su vida en Krypton, incluido el instante final en el que tuvo que despedirse de todo lo que amaba y dejarlo atrás sabiendo que jamás volvería a verlo. En estas páginas, la joven Kara encontrará en una familiar voz del pasado un pequeño remanso de paz y una razón para sacar fuerzas de la flaqueza.
La trama de Así es la vida concluye en los números 31 y 32, en los que la historia de la curación de Thomas adquiere un tono más metafísico, planteando una complicadísima pregunta: ¿pueden los superhéroes, aún en aras de lo que creen justo, jugar a ser Dios? Descubriremos a una Supergirl obsesionada hasta tal punto por el cumplimiento de su promesa que, incluso, desafiará la ética y al tiempo mismo para poder cumplirla.
El número que cierra este volumen, el Supergirl 33, vuelve a narrar un relato que empieza y termina en sus 22 páginas y que cuenta con Emperatriz, miembro de Young Justice, como invitada de excepción. La historia servirá para recordarnos la mítica batalla a muerte entre Superman y Juicio Final. Y nos mostrará, de paso, una consecuencia de aquel enfrentamiento que pudo pasarnos casi desapercibida a pesar de su importancia: los daños colaterales. Porque, aunque la víctima más célebre de Juicio Final fue Superman, cientos de bajas se contaron a lo largo de su avance destructivo, algo que también se explorará en profundidad en El día del juicio, una de las miniseries incluidas en el recopilatorio Superman-Juicio Final.
En cuanto al futuro, tras los acontecimientos de Así es la vida, el guionista Sterling Gates y el dibujante Jamal Igle asumirán el mando de la colección. Desde el número 35, las páginas de Supergirl formarán parte del arco argumental Nuevo Krypton, en el que la Chica de Acero será una de las más afectadas por la súbita integración de la ciudad de Kandor en nuestro mundo. Y es que, justo cuando se diría que Kara está comenzando a descubrir su sitio en la Tierra y a aceptarse como única representante viva de su civilización extinta, aparecerán de repente en escena 100.000 kryptonianos. Y entre ellos, caras muy conocidas y queridas para Supergirl. Sin duda, un evento que alterará caóticamente el equilibrio emocional que la Chica de Acero ha conseguido conquistar con esfuerzo. Pero como reza el título de este volumen… así es la vida.
CONTRAPORTADA
Continúan las aventuras de la Chica de Acero en este séptimo volumen, que sirve como punto y aparte antes de los acontecimientos de Nuevo Krypton.
En estas páginas, Supergirl se enfrenta a un adversario mucho más peligroso que cualquiera de los que ha combatido hasta el momento: la obsesión. Veremos a la joven e impulsiva Kara tratar de salvar la vida de un niño gravemente enfermo, y en su esfuerzo no dudará en oponerse incluso a Superman. Curiosos personajes harán su aparición en una historia en la que Supergirl tratará de encontrar definitivamente su lugar en el mundo, antes de que los acontecimientos futuros lo desbaraten todo por completo.
ASÍ ES LA VIDA... PERO NO TIENE POR QUÉ GUSTARTE
El volumen anterior terminó con Supergirl prometiéndole a un niño llamado Thomas que no iba a dejar que se muriese. El problema es que Thomas no se encontraba atrapado en un incendio, un terremoto, o en medio de una lucha entre villanos, sino que se moría de cáncer. Así que la promesa de Supergirl adquiría una enorme dificultad para hacerse realidad. En esta nueva entrega de las aventuras de Supergirl, la Chica de Acero va a tener que hacer frente a su obsesión por salvar a Thomas y afrontar que, por mucho que duela, quizá haya cosas que ni siquiera ella es capaz de evitar. Pero eso no le va a impedir intentarlo con todas sus fuerzas, incluso emprendiendo cuestionables acciones y formando peligrosas alianzas.
Los dos primeros números incluidos en este séptimo recopilatorio de Supergirl inician la saga Así es la vida, y se corresponden con los números 28 y 29 de la colección americana. Uno de los individuos clave en esta historia será Mitch Shelley, más conocido como Resurrection Man. Por si su nombre no lo dice ya todo, este curioso personaje que apareció en su propia serie de la mano de Andy Lanning, Dan Abnett y Jackson Guice, como resultado de un experimento con tecnología nanobótica, adquirió el poder de regresar de la muerte. Además, en cada una de sus resurrecciones despierta con un único poder, siempre diferente y aleatorio, que ha oscilado desde tener la capacidad de volar o habilidades piroquinéticas o metamórficas, a disponer de otras habilidades aún más pintorescas como transformarse en una sombra viviente. Incluso llegó, en una ocasión, a resucitar convertido en una mujer. No es de extrañar que Supergirl vaya a plantearse contar con la ayuda de este personaje, puesto que en cualquier momento podría resucitar con poderes curativos tan fuertes como para eliminar el cáncer de Thomas. Pero ¿cuántas veces debería morir Resurrection Man para acabar adquiriendo esa habilidad concreta? ¿Será capaz Supergirl de matar a su ayudante miles de veces hasta que despierte, por azar, con ese mágico poder sanador? Pronto veremos que, aunque sus intenciones sean buenas, Supergirl todavía peca de impetuosa a la hora de tomar decisiones. Y si no, recordemos el desastre del Air Force One que ella y Wonder Girl provocaron involuntariamente durante El ataque de las amazonas y que casi le costó la vida al Presidente y convirtió a la Chica de Acero en objeto del odio y la desconfianza de la nación. Ahora, en su intento de salvar la vida de Thomas, va a cometer un acto que hará que alguien muy cercano a ella, alguien que también viste de azul y rojo, se enfade… y mucho.
El número 30 de Supergirl sirve como intermedio y nos presenta un relato autoconclusivo cuyo título ya deja bien claro cuál es su tema: la aceptación. No olvidemos el enorme peso que debe suponer para Supergirl conservar los recuerdos de su vida en Krypton, incluido el instante final en el que tuvo que despedirse de todo lo que amaba y dejarlo atrás sabiendo que jamás volvería a verlo. En estas páginas, la joven Kara encontrará en una familiar voz del pasado un pequeño remanso de paz y una razón para sacar fuerzas de la flaqueza.
La trama de Así es la vida concluye en los números 31 y 32, en los que la historia de la curación de Thomas adquiere un tono más metafísico, planteando una complicadísima pregunta: ¿pueden los superhéroes, aún en aras de lo que creen justo, jugar a ser Dios? Descubriremos a una Supergirl obsesionada hasta tal punto por el cumplimiento de su promesa que, incluso, desafiará la ética y al tiempo mismo para poder cumplirla.
El número que cierra este volumen, el Supergirl 33, vuelve a narrar un relato que empieza y termina en sus 22 páginas y que cuenta con Emperatriz, miembro de Young Justice, como invitada de excepción. La historia servirá para recordarnos la mítica batalla a muerte entre Superman y Juicio Final. Y nos mostrará, de paso, una consecuencia de aquel enfrentamiento que pudo pasarnos casi desapercibida a pesar de su importancia: los daños colaterales. Porque, aunque la víctima más célebre de Juicio Final fue Superman, cientos de bajas se contaron a lo largo de su avance destructivo, algo que también se explorará en profundidad en El día del juicio, una de las miniseries incluidas en el recopilatorio Superman-Juicio Final.
En cuanto al futuro, tras los acontecimientos de Así es la vida, el guionista Sterling Gates y el dibujante Jamal Igle asumirán el mando de la colección. Desde el número 35, las páginas de Supergirl formarán parte del arco argumental Nuevo Krypton, en el que la Chica de Acero será una de las más afectadas por la súbita integración de la ciudad de Kandor en nuestro mundo. Y es que, justo cuando se diría que Kara está comenzando a descubrir su sitio en la Tierra y a aceptarse como única representante viva de su civilización extinta, aparecerán de repente en escena 100.000 kryptonianos. Y entre ellos, caras muy conocidas y queridas para Supergirl. Sin duda, un evento que alterará caóticamente el equilibrio emocional que la Chica de Acero ha conseguido conquistar con esfuerzo. Pero como reza el título de este volumen… así es la vida.
Javier Olivares Tolosa
CONTRAPORTADA
Continúan las aventuras de la Chica de Acero en este séptimo volumen, que sirve como punto y aparte antes de los acontecimientos de Nuevo Krypton.
En estas páginas, Supergirl se enfrenta a un adversario mucho más peligroso que cualquiera de los que ha combatido hasta el momento: la obsesión. Veremos a la joven e impulsiva Kara tratar de salvar la vida de un niño gravemente enfermo, y en su esfuerzo no dudará en oponerse incluso a Superman. Curiosos personajes harán su aparición en una historia en la que Supergirl tratará de encontrar definitivamente su lugar en el mundo, antes de que los acontecimientos futuros lo desbaraten todo por completo.