Publicado en Superman Vol. 2 núm. 32 (Enero 2010)ANTERIORMENTE EN SUPERMAN
Contaminada por haber permanecido atrapada durante años entre los asteroides de kryptonita, Supergirl se sometió a una dolorosa extracción del veneno de su cuerpo. Como efecto colateral, Kara recuperó sus recuerdos, y conocimos la historia de cómo Zor-El envió a su hija a la Tierra para que se salvase, ante la inminente invasión de Brainiac, que acabó integrando los restos de Argo dentro de Kandor.
En Metropolis, los kandorianos emprendieron una busca y captura de todos los enemigos de Superman, durante la cual asesinaron a varios agentes de la Policía Científica que intentaron enfrentárseles en la isla-prisión de Stryker. El Hombre de Acero, consternado y furioso, es consciente de que ese acto puede representar el fin de la paz entre la Tierra y Kandor…
ZOR-EL DE KRYPTON (1959-2009)
El asesinato de Zor-El es un perfecto ejemplo de que las desgracias nunca vienen solas. Sin el carácter apaciguador de su esposo a su lado, Alura va a convertirse en una mujer más oscura, todavía más entregada a Nuevo Krypton, y asumirá el liderazgo del gobierno del planeta junto al General Zod. Pero ahora no es momento de adelantar acontecimientos. Hoy hemos de despedir a un personaje cuya participación en esta saga ha sido tan breve como importante. Alguien cuya historia comenzó hace cuarenta años, en el ya clásico Action Comics #259. Y qué mejor manera de honrar a Zor-El de Krypton que recordando su historia.
Una historia que se remonta al cómic en el que apareció por primera vez Supergirl, el citado Action Comics #259 (y en el que, casi como presagio de quién sería uno de sus verdugos, también se introdujo el origen del personaje de Metallo). Zor-El era descrito como un brillante científico que, creyendo en las predicciones de su hermano Jor-El acerca de la inminente destrucción de Krypton, construyó una cúpula sobre su ciudad, Argo, para preservarla con vida. La explosión del planeta convirtió Argo en un pedazo de tierra náufraga en la inmensidad del espacio, pero sana y salva gracias al ingenio de Zor-El. Pero el peligro no acabó ahí; el suelo de Argo se había convertido en letal kryptonita, y también sería Zor-El quien idearía cubrirlo con gigantescas planchas de plomo para poder continuar habitando su superficie. Por segunda vez, el brillante científico se convirtió en el héroe del último reducto de la cultura kryptoniana.
Los siguientes serían años felices. En la relativa seguridad de Argo City, los supervivientes de Krypton siguieron con sus vidas. Zor-El y su esposa fueron padres de una niña a la que llamaron Kara. Pero no demasiados años después, tras una lluvia de meteoritos que dejó al descubierto la kryptonita del subsuelo, Zor-El envió a su pequeña a la Tierra, para que no pereciese y pudiera aprovechar las habilidades que le conferiría un sol amarillo. Además, allí estaría junto a su primo Kal-El.
Esta hermosa versión pre Crisis en las tierras infinitas ha servido también de base para la que hemos conocido en Nuevo Krypton, introduciendo algunos cambios en los personajes (especialmente en el aspecto psicológico de Supergirl al decir adiós a todo lo que había conocido) y convirtiendo a Brainiac en causante de la destrucción final de Argo… y también, indirectamente, en responsable de que la ciudad sobreviviera, gracias a la nueva aplicación que se dio a la tecnología del coluano como fuente de energía.
Descansa pues, Zor-El, de la Casa de El; esposo de Alura In-Zee y padre de Kara Zor-El; respetado miembro del Gremio de Artistas, salvador de tu ciudad y ejemplo de bondad y tolerancia. Que Rao te acoja.
Javier Olivares Tolosa
